Lima. - A horas de los comicios generales en el Perú, el favorito de la contienda presidencial Alejandro Toledo declaró ayer que "siempre que la elección sea limpia y justa, aceptaré los resultados". Unos 14,9 millones de electores de los 25,7 millones de habitantes de Perú elegirán hoy al sucesor del presidente interino Valentín Paniagua, que asumió el poder en noviembre tras la destitución del ex presidente Alberto Fujimori, actualmente refugiado en Japón. Aunque son ocho los candidatos que disputan el cargo, sólo tres tienen opción para ocupar el sillón presidencial el 28 de julio de manos de Paniagua.
Toledo, principal candidato y postulante por el centrista partido Perú Posible, dijo que algunos obstáculos detectados en el sistema de cómputo de votos están siendo solucionados por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe) y, en ese sentido, confió en que sean superados para garantizar la limpieza del proceso. Un adversario político había denunciado que Toledo pretendía movilizar hoy a sus simpatizantes para esperar en una plaza los resultados del sufragio, a pesar de la prohibición de reuniones públicas hasta que termine el proceso electoral. Sin embargo, Toledo desmintió la información y precisó que esperará los resultados, acompañado por su comando político, en un céntrico hotel de Lima.
Neutralidad oficial
El jefe de la Onpe, Fernando Tuesta Soldevilla, aseguró que los problemas en el sistema de cómputo habían sido resueltos y que no hubo ningún inconveniente en el traslado del material electoral. A su vez, el jefe de la misión de observación electoral de la OEA, Eduardo Stein, expresó confianza en el proceso electoral. Dijo además que la seguridad en el sistema de conteo de votos para estas elecciones está garantizada de posibles ataques de "hackers" (piratas informáticos).
El gobierno transitorio ha contribuido a la transparencia y limpieza de los comicios con una actitud de total neutralidad y sin ninguna intervención en la organización de los comicios, agregó Tuesta Soldevilla. Asimismo, el alto funcionario agregó que las fuerzas armadas han comprometido una actuación neutral durante todo el proceso, en que resguardarán los centros de votación y trasladarán el material hacia las sedes descentralizadas de la Onpe.
En tanto, el jefe de la misión electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), Eduardo Stein, saludó la labor de la Onpe y los demás órganos electorales porque han devuelto la confianza de la población en el acto del sufragio.
El interés de esta jornada electoral estará centrado en la batalla que librarán la ex congresista socialcristiana Loudes Flores y el ex presidente socialdemócrata Alan García (segundo y tercero en las encuestas) para saber cuál de los dos enfrentará al populista Toledo en caso de una segunda y definitiva vuelta. El recorte de la diferencia que tenía Flores sobre García seguiría en marcha y según un último sondeo de la Universidad de Lima, cuyos resultados por disposiciones legales se mantienen ocultos a la opinión pública, la distancia en intención de voto sería ahora de sólo 0,7 puntos porcentuales. Así, Toledo tendría 33,4%, Flores 19,6%, García 18,9%, el nacionalista Fernando Olivera 6,2% y el fujimorista Carlos Boloña 1,3%. Sin contar los votos nulos y en blanco, Toledo llegaría a 41,5%, es decir, seguiría lejos del 50% que le evite una segunda vuelta. Flores subiría a 24,3% y García a 23,5.
Algunos analistas políticos dijeron, no obstante, que el voto de los indecisos será crucial. Según las encuestadoras, los indecisos se sitúan entre un 21 y 24%, serán los actores principales de las elecciones en Perú, ya que ellos definirán los comicios en primera vuelta o, en su defecto, quiénes pasarán al ballottage.