La sonda espacial Mars Odyssey 2001 despegó rumbo a Marte poco después de las 15 de ayer desde la base de la agencia espacial estadounidense Nasa en Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos. La nave, de 700 kilogramos de peso y valorada en unos 275 millones de dólares, necesitará unos seis meses para llegar al planeta rojo, en el que tratará entre otros asuntos de buscar agua, así como un lugar de aterrizaje para vuelos futuros.
En un principio, la Odyssey (bautizada en honor a la película "Odisea del espacio 2001"), que despegó con la ayuda de un cohete DeltaII, entrará el 24 de octubre en la órbita de Marte. La nave dará vueltas alrededor del astro, pero sin aterrizar en él, y permanecerá en el espacio hasta julio de 2004.
La nueva misión es especialmente importante para la Nasa, que no puede permitirse ningún fallo después de los fracasos registrados a finales de 1999 con las dos anteriores misiones a Marte, el Mars Climate Orbiter y el Mars Polar Lander.
El Climate Orbiter se perdió en el espacio porque un técnico confundió las unidades de medida a la hora de programar, mientras que el Polar Lander supuestamente se estrelló contra la superficie de Marte durante la maniobra de aterrizaje en el planeta.
Esta vez, se pensó en todo
Es por eso que en la nueva sonda se pensó en todo. Es casi dos veces más cara que las otras dos sondas juntas. Con sus 700 kilos de peso, va equipada con los más modernos aparatos de exploración científica: un espectrómetro de radiaciones gamma, un detector de radiaciones térmicas (Themis) y un monitor de radiaciones. Junto con las cámaras a bordo de la nave, estos equipos permiten detectar indicios de agua sobre y bajo la superficie marciana. El monitor de radiaciones permitirá asimismo averiguar si los astronautas serán amenazados por peligrosas radiaciones cuando algún día pongan pie en el planeta.
Si todo sale como está previsto, la Nasa enviará en 2003 dos robots de aterrizaje idénticos que llegarán al planeta a comienzos de 2004 para unirse a la búsqueda de agua y, por tanto, de indicios de vida orgánica. Antes del año 2011, uno de los robots deberá traer a la Tierra por primera vez muestras del suelo del planeta.
Una de las interrogantes de todas las misiones será averiguar si en la superficie de Marte hubo alguna vez agua en la cual pudo haber surgido vida.
El entusiasmo de los científicos se acrecentó el año pasado por fotos de grietas, canales y deltas "relativamente jóvenes" sobre Marte, que hicieron que el director científico de la Nasa, Ed Weiler, especulara sobre la posibilidad de que hace "apenas mil años" quizás fluyera todavía agua por la superficie del planeta.