Unos 100 mil habitantes del Gran Rosario contarán con el nuevo seguro provincial de salud antes de fin de año. Así lo adelantó el subsecretario de Salud de la provincia, Ramiro Huber. Aunque todavía no está definido con precisión dónde se realizará la experiencia, el funcionario adelantó que existen conversaciones con varias localidades como Puerto San Martín, Funes, Villa Gobernador Gálvez y Casilda. Estos vendrán a sumarse a la prueba piloto que la provincia se apresta a lanzar en los departamentos Garay y San Javier. En total se estima que en esta primera etapa el seguro alcanzará a unos 125 mil beneficiarios.
De acuerdo a las estimaciones que hacen los funcionarios del área, esto representa aproximadamente un 10 por ciento del total de beneficiarios a los que podría abarcar el seguro.
"En su momento de funcionamiento pleno el seguro podría abarcar a más de un millón de habitantes de la provincia de Santa Fe", explicó Huber.
Claro que para llegar a ese punto la iniciativa deberá antes demostrar su viabilidad sanitaria y su sustentabilidad económica.
De todas maneras se trata de una apuesta fuerte del gobierno provincial. La puesta en marcha del Seguro Provincial de Salud implicará la implementación de un nuevo modelo de gestión del gasto del sector público. Además de un profundo cambio en la política sanitaria de la provincia.
Al mismo tiempo instalará una forma inédita de relacionamiento entre el Estado santafesino y sus agentes.
Cambio en el modelo
La actual estructura del gasto en salud se basa en un esquema de "subsidio a la oferta". Traduciéndolo del lenguaje de la economía, esto quiere decir que el Estado se hace cargo de ofrecer un determinado servicio de salud a la población. Para ello invierte de manera directa en sueldos, equipamiento, estructura edilicia, etcétera y la población accede gratuita y universalmente a esa oferta.
Contrariamente, el seguro introduce un elemento de "subsidio a la demanda", aunque sólo parcialmente, ya que alcanza nada más que al primer nivel de prestaciones de salud. O sea prevención, promoción y atención ambulatoria (que no requiere internación ni atención de mayor complejidad).
"Lo que hacemos es ir de un sistema totalmente público a un modelo mixto público-privado pero sin que ello implique transferir las responsabilidades del Estado al mercado. Algo que en salud eso no se puede hacer", aclara Huber.
Es mixto porque siempre que se trate de atención ambulatoria de primer nivel, los beneficiarios podrán hacerse atender tanto en el ámbito privado como en el público. En los demás niveles la salud seguirá funcionando como hasta el momento.
Actualmente el modelo de salud pública de la provincia está montado sobre un esquema en el cual el 90 por ciento se consume en unidades de internación, en acciones curativas y reparadoras y menos del 10 por ciento en prevención. "Cualquier sanitarista sabe que esto hay que cambiarlo. Anteriormente los esquemas de salud estuvieron centrados en el hospital y la curación de la enfermedad y lo que todo el mundo recomienda es hacer el centro en la salud, atender a la gente más cerca de donde vive, y promover condiciones y calidad de vida más sana", sostiene el funcionario provincial.
La apuesta que hacen los funcionarios del ministerio de Salud es que la inversión en el nivel primario de atención hará que, en largo plazo, se descomprima la situación sobre el segundo y el tercer nivel de complejidad. Como resultado en el largo plazo esto debería mejorar el acceso a la salud y todo el sistema debería ser más eficiente. De todas maneras queda claro que mientras dure esta transición la puesta en marcha del seguro implicará un aumento en el gasto.
En principio, esta primera experiencia piloto se financiará con presupuesto propio del Ministerio de Salud. Posteriormente la puesta en marcha global se podría realizar con financiamiento proveniente del gobierno provincial, de los municipios y comunas y de un crédito que el Banco Mundial otorgó a la provincia de Santa Fe.
El seguro también instalará una forma de relacionamiento entre el Estado y sus empleados que es totalmente nueva para el sector público, aunque usuales en el ámbito privado.
"Hoy el Estado contrata a un profesional por una cantidad determinada de horas semanales a cambio de lo cual le paga un sueldo. Y esa es la única explicitación que hay en esos contratos que además son bastante precarios", explica el funcionario provincial.
"Entonces ocurre que hay médicos que son receptivos que se preocupan por la salud de la gente y cumplen sus horarios y otros que aunque a veces cumplan su horario no se preocupan por tender bien a sus pacientes. Entonces la gente hace su selección y siempre que puede elige al buen médico, que termina sobrecargado, trabajando mucho más y cobrando lo mismo que el otro que no se preocupa", argumenta el subsecretario.
Contrariamente, con el seguro, los honorarios de los profesionales serán variables de acuerdo a la cantidad de pacientes que atiendan. Otra parte de los honorarios de los profesionales contratados por el Estado para atención ambulatoria se pautará en relación al alcance de determinadas metas y resultados que se evaluarán periódicamente.
Según dice Huber "esto no implicará precarizar las relaciones laborales, ya que se mantendrán las garantías y derechos que la administración tradicionalmente reconoció a sus trabajadores, como aportes, vacaciones, etcétera".
De acuerdo a la información dada a conocer por el funcionario en todos los ámbitos en los cuáles el seguro esté funcionando se invitará a los médicos que hoy están en el sistema tradicional (que hacen atención ambulatoria) a pasarse al seguro. Luego de un tiempo podrán volver al sistema de relacionamiento anterior pero reubicándose en el segundo nivel, el de internación.