Año CXXXIV
 Nº 49.081
Rosario,
domingo  08 de
abril de 2001
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Competitividad. Analistas de los distintos sectores discuten los anuncios de Cavallo para el crecimiento
La economía real espera algo más que un cambio de discurso
Las empresas saludan la estabilidad política pero quieren conocer las medidas concretas

Florencia O'Keeffe

Sobre la política industrial que aplicará Domingo Cavallo en el marco de su plan de competitividad hay más dudas que certezas. Al menos eso se desprende de las opiniones de representantes de distintos sectores productivos y especialistas consultados por La Capital, quienes aprecian el discurso en favor de la productividad que pregona el funcionario pero temen que a las palabras se las lleve el viento y todo quede en un compilado de buenas intenciones.
Después de tres años de recesión-depresión, las empresas no pueden esperar mucho más y quieren respuestas concretas. Pasado ya el "enamoramiento" con la figura de Cavallo -que trajo alivio en medio de la aguda crisis política que desató la renuncia de José Luis Machinea y el frustrado paso por la función pública de Ricardo López Murphy-, se empieza a escuchar desde la industria nacional, con tono de queja, que lo único concreto desde el desembarco del nuevo ministro es que se están pagando más impuestos -a partir del gravamen a las transacciones comerciales- y que el arancelamiento extra zona a una serie de bienes de consumo no resuelve los problemas devenidos de la importación.
Por otra parte, nada se dijo hasta ahora, salvo promesas, respecto de generar cambios en pos de lograr mejoras en tres de las "patas" fundamentales para el desarrollo de la industria: financiamiento, costos productivos y carga impositiva.
"Hay que tener en cuenta que hay un cambio en el discurso político-económico, que el potencial crecimiento de la Argentina es a largo plazo y que la salida frente a una posible cesación de pagos plantea una situación particular en la que no se puede hacer todo lo que uno quiere sino que hay que ver qué se puede hacer", dice Bernardo Kosacoff, investigador de la Cepal (Comisión Económica para América Latina), reconociendo que las posibilidades de planificación en materia de política económica industrial están limitadas por la convertibilidad y la crítica coyuntura.
El especialista asegura que Cavallo está dando "señales positivas" pero que hay que tener en cuenta que la mejora de la competitividad no se logra de la noche a la mañana. "Está planteando una estructura arancelaria con el fin de presentar oportunamente un conjunto de instrumentos con la idea de generar las condiciones necesarias para mejorar la competitividad", relata con cierta confianza.
Pero, ¿cómo se conjuga la necesidad de contar con políticas a largo plazo que sienten las bases del crecimiento de la industria argentina con la urgencia de sectores que están al borde de la extinción?
Algunos opinan que la aplicación de subsidios sería una buena salida "de emergencia", sin embargo, la posibilidad de pensar en esa especie se esfuma ante la evidencia de que la prioridad para el gobierno es tener plata (hecho que queda lo suficientemente demostrado con la puesta en marcha del impuesto a las transacciones).

Problemas de plata
La brecha entre las necesidades de la industria nacional y los tiempos gubernamentales parece, al menos por ahora, insalvable. "Para qué quiero una máquina si no tengo trabajo", reflexiona Sergio Vacca, de la Asociación Industriales Metalúrgicos, al analizar las medidas anunciadas por Cavallo respecto a la baja de aranceles para bienes de capital.
Vacca, que pertenece a uno de los tres sectores "elegidos" por Cavallo para ser "atendidos" de inmediato (los otros dos son industria textil y calzado) dice que la medida de la baja de aranceles "no es mala" pero reconoce que la industria argentina no tiene hoy los problemas de los 90, como por ejemplo el de la falta de equipamiento -que puede verse favorecida con el arancelamiento 0 a bienes de capital- sino que el principal dolor de cabeza tiene su origen en la falta de actividad: "Eso no lo solucionamos trayendo una máquina importada al 10% menos", se queja.
El industrial va más allá y asegura que para la actividad privada, hasta el momento, el plan de Cavallo "es más duro" que el que pretendía implementar López Murphy. "Acá se habla mucho de competitividad- lo que es bueno- pero hasta ahora todo está en el aire, estamos desorientados".

Hechos, no palabras
La "urgencia" de los metalúrgicos se multiplica también en otros sectores. "Los empresarios están impacientes y con razón", agrega César De Vivo, asesor de empresas de Deloitte & Touch, quien admite que se necesitan medidas a largo plazo pero hay sectores que no pueden esperar más.
"Los problemas que hoy traen los clientes son impositivos, de financiamiento y de costos de servicios", resume. Al respecto, dice que "Cavallo viene diciendo que va a terminar con los impuestos distorsivos provinciales como sellos e ingresos brutos, y nacionales, como la ganancia mínima presunta, pero no está mal recordar que ya en 1994 se dijo que se iban a eliminar y hoy, todavía, esos tres sectores que el ministro menciona como los más golpeados los están sufriendo en carne viva".
Respecto a las dificultades para acceder a financiamiento a tasas razonables, el especialista de Deloitte reflexiona respecto a la gravedad del tema: "Acá hay bancos que pregonan créditos blandos para pymes y hay empresas que en marzo llegaron a tomar préstamos al 60%", dice, mostrando que urge revertir las altísima tasas que se cobran en el sistema financiero argentino.
En tanto, menciona como "preocupante" el hecho de que no se esté trabajando "ya mismo" con vistas a revertir los altos costos como son los de infraestructura, servicios, etcétera.
"El Estado tiene mucho que hacer en estos tres puntos y alguna medida en ese sentido sería muy saludable", manifestó.

Uno por uno
La decisión de Cavallo de avanzar en el análisis sector por sector para aggionar el diagnóstico sobre la situación de cada uno y avanzar en el camino de su recuperación productiva, es vista con buenos ojos por el especialista Bernardo Kosacoff, quien si bien admite que hay graves problemas a resolver en el corto y mediano plazo, destaca que "no es cuestión" plantear acciones que "sirvan para salvar el momento y después se tornen insostenibles ya que está debidamente demostrado que esas fórmulas no son buenas y además son caras".
Más cuestionador en su análisis sobre la nueva era Cavallo, Enrique Fraccia, investigador del Instituto Argentino de la Empresa (IAE), dice: "El esquema que presentó hasta ahora Cavallo es ambiguo. El título de ley de competitividad no tiene que ver con una concreción de políticas de competitividad sino que es una delegación de poderes más el hiperimpuesto a las transacciones comerciales".
Fraccia opina también sobre la "selección" de tres sectores en problemas para dar con el diagnóstico e iniciar la cura: "Hay algunos sectores bendecidos, por haberlos nombrado, pero a uno esto le genera dudas sobre la viabilidad o no de este plan. Respecto a calzados, ¿tiene sentido que hagamos productos que se pueden hacer a un costo salarial muchísimo menor en China? Esto puede caer muy bien a los sectores más progresistas pero para la reconversión y una apuesta futura puede sonar discrecional", dijo.
Incluso, plantea que el hecho de que se baje el arancel para bienes de capital puede generar el efecto indeseado de que se "eche gente para tomar máquinas, sobre todo si no se bajan las cargas laborales".

Para la TV
En relación a las medidas arancelarias propuestas, Fraccia cuestiona que hasta ahora "no hay un gran impacto y personalmente lo veo más como una gran cosa para venderle a los medios que una medida de gran impacto o de entidad macroeconómica".
Además, puso el acento en la necesidad de revertir la situación de las pymes industriales que son las que "más han sufrido" y que básicamente no tienen crédito, no existen en el mercado de capitales y les juega en contra la "extranjerización" de la industria en el sentido de que muchas de las grandes empresas privatizadas suelen comprar a sus empresas del país de origen y no en este país.
Otro punto a tener en cuenta, señala, es que "hay que cuidar que no se creen medidas que favorezcan a los lobbies". En ese sentido dijo "si tengo una regla que dice que la ley es pareja para todas, todo bien, pero si empiezo a elegir a una y después a otra puede ser riesgoso".
Lo que se observa es que a menos de un mes de la llegada de Cavallo al ministerio de Economía, la industria nacional ya quiere hechos. Es posible que mueran muchas empresas en el camino porque las prioridades de los distintos sectores están aún, a muchos kilómetros de distancia de las del gobierno.


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