cartas

Personaje olvidado en Adoratrices

La semana pasada, leí en La Capital una nota muy elocuente y emocionante de mi querido colegio Adoratrices. En ella se recordaban sus primeros comienzos en 1931, y sus primeras pupilas. También se enorgullecen los actuales directivos del establecimiento diciendo que somos una familia, lo cual sostengo porque soy una ex alumna egresada del año 1959. Fui media pupila y palpé de alma lo que es mi querido colegio. Comparto todo lo dicho en la nota, pero con dolor de injusticia le hago saber al cuerpo de dirigentes del establecimiento que me duele profundamente el que no se recuerde a la impulsora de este colegio que dejo su vida en él. Se trata de la madre Noemí Lagrange, que entró como directora siendo muy joven y desde entonces luchó a brazo partido para hacer del colegio lo que es hoy. Fue la promotora del cambio del tradicional uniforme azul por la pollera con camisa blanca; ese cambio le costó la crítica de otros colegios religiosos que a posteriori hicieron lo mismo. Fue el primer colegio particular que gozó del profesorado en Jardín de Infantes, además de otros hallazgos conseguidos por la madre Lagrange. Por todo esto me extraña que el personal directivo del establecimiento haya olvidado recordarla.
Haydee María Viallet