Editorial

Polémica por una cárcel

La polémica provocada por un grupo de vecinos de Piñero, que no quiere que en jurisdicción de esa localidad se levante la Unidad Penitenciaria 11, actualmente en proceso de licitación, ha reactualizado una cuestión que no por vieja y conocida deja de tener menor incidencia sobre el devenir de las comunidades. Dicha cuestión refiere a que cuando no se aclara en profundidad un tema, éste termina siempre derivando en problemas, muchas veces complicados, que bien podrían haberse evitado.
Los vecinos que no quieren la cárcel dan diversos argumentos, uno de los cuales es que ese emprendimiento frustraría proyectos de instalación de barrios privados y countries. Proyectos que serían de mayor beneficio para la comodidad, que no sufriría los inconvenientes que, según ellos, acarrea siempre cualquier establecimiento carcelario. Con una claridad meridiana, el presidente comunal de Piñero, Walter Carenzo, que sin dudas tiene bien en cuenta los numerosos beneficios que traería aparejado el nuevo penal, refutó las argumentaciones de los protestatarios. Lo hizo con la sola omisión de la eventual instalación de nuevos barrios privados y countries. Sobre ellos nada dijo. Es una pena que haya omitido definirse respecto de la cuestión, pues ella es la de mayor peso que enfrenta a sus propios puntos de vista.
De todas maneras, aún no está decidido si la nueva cárcel, tan necesaria en el sur de la provincia y tantas veces demandada sin ningún éxito, se erigirá finalmente en Piñero. De hecho, las once ofertas presentadas en la etapa inicial de la licitación contemplan, además de Piñero, la posibilidad de materializar la obra también en Timbúes o en Andino. Cuando se aprueben los pliegos técnicas y antes de la apertura de los sobres con las ofertas económicas, se dilucidará esta cuestión.
La Unidad Penitenciaria 11 constituye un emprendimiento de primer orden, que una vez concluido vendrá a solucionar un grave problema de funcionamiento del sistema de justicia. Un sistema que, en el aspecto carcelario, ofrece uno de sus flancos más vulnerables. Ello debido en esencia a que la actual capacidad de alojamiento en los distintos establecimientos penales de la provincia se encuentra desbordada en extremo.
En consecuencia, urge que, al margen de las presiones, se lleve adelante el proceso de licitación y construcción en marcha. Con una inversión estimada superior a los 26 millones de pesos, el nuevo emprendimiento, concebido con los últimos criterios técnicos en la materia, permitirá el alojamiento con plena comodidad de 542 reclusos. Se trata de un número, que, merced a las previsiones de diseño, podrá ampliarse en el futuro sin interferir en la actividad normal del establecimiento.