| | El intendente insiste con controlar el nivel de ruido de los boliches Binner espera que las disco
no hagan "trampitas" con
los medidores de sonido
Avala que se suspenda la apertura de nuevos locales
| El intendente Hermes Binner insistió ayer con la aplicación de un decreto por el que se les exige a los empresarios de confiterías bailables la compra de medidores internos de ruido. Se trata de un aparato inviolable que corta la música de las disco si se sobrepasan los decibeles permitidos. Cada ejemplar cuesta entre dos mil y tres mil pesos. Este equipo también permitirá que se respete el cierre de las disco a las cuatro de la madrugada como establece la normativa (la música se cortará automáticamente). "Esperemos que no se invente una trampita para que el software falle", advirtió Binner. Para el jefe comunal la incorporación de estos decibelímetros que medirán el ruido en cada boliche servirá para atenuar "uno de los dos aspectos que encierra el tema de la noche, lo que ocurre dentro de las confiterías". El otro aspecto también lo describió: "Afuera de las disco están quienes no tienen plata para entrar y hacen lo que comúnmente se denomina puerta, situación que genera problemas en la zona donde está radicada la confitería". Binner se refirió además a la suspensión por tres meses para la habilitación de nuevos locales nocturnos, que resolvió el Concejo Municipal en la sesión del jueves pasado, a lo que se incorporó un pedido al Ejecutivo para que realice inspecciones y controles tanto internos como externos en los boliches. "Es una buena decisión que compartimos plenamente", expresó el jefe comunal tras haber escuchado severas críticas por parte de vecinos tanto de Pichincha, Alberdi y zona centro en relación a los disturbios que provoca la movida nocturna. Sin embargo la impasse de 90 días crispó los ánimos de los empresarios. Martín De Larrechea, dueño de la disco Moebius, había calificado como "una burla, a la actitud de los concejales en querer modificar la zona de radicación de boliches", y frente a esto anunció que exigirá un resarcimiento económico por daños y perjuicios si se lo obliga a mudar la disco del barrio Pichincha. Con ironía, el mandatario replicó: "No creo que pierdan dinero, porque esta actividad es altamente rentable". Por otro lado, existen otros casos en donde se hicieron importantes inversiones en locales nocturnos que ahora, ante el congelamiento de las habilitaciones, se enfrentan a una postergación en sus plazos de inauguración. Cauteloso, Binner sólo atinó a decir: "Existen dos casos puntuales que va a analizar la Dirección de Asuntos Jurídicos".
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