Año CXXXIV
 Nº 49.080
Rosario,
sábado  07 de
abril de 2001
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El campo sigue esperando noticias
Los primeros anuncios fueron para otras actividades sectoriales. El agro sin demasiadas novedades

Susana Merlo

Mientras se van completando, en algunas casos, "muy" lentamente, los cargos en el nuevo equipo económico, se van conociendo, también los primeros lineamientos de esta renovada "era Cavallo".
Y si bien en un primer momento hubo una gran distención general y se renovaron las expectativas favorables para la situación del país, el paso de los días no trajo demasiadas respuestas concretas específicas para el campo. Así, por momento, el sector sigue esperando.
De hecho, tras el incremento de la presión tributaria que implica el nuevo impuesto al cheque (que está trayendo no pocos inconvenientes en el sector de la comercialización de carnes y granos, entre otros), lo principales analistas económicos coinciden en que, buena parte del eventual éxito del esquema económico va a depender de hacia donde se deriven los recursos generados por el gravamen. Según sostienen, sería muy distinto el resultado de los fondos si se aplican para los sectores internos comprometidos, pero poco competitivos en el frente externo, aunque también sirvan para sustituir parcialmente importaciones, que si se los deriva a los de mayor incidencia en el frente externo. Dicho de otra forma, hay rubros con poder de multiplicación (de los recursos aplicados) a partir de las exportaciones y otros cuyo impacto es interno, incluso, algunos que requieren cierta protección a partir de las fuertes regulaciones que tienen en todo el mundo.

Lo más protegidos
Obviamente, el sector agroindustrial, en su conjunto, se encuentra en el primer grupo, mientras que otros sectores, muchos de los cuales tradicionalmente fueron más protegidos, también requieren de ayuda pero no tienen poder de multiplicación en materia de ingreso de divisas o este es, comparativamente mucho menor que el que posee el campo y su industria derivada.
De hecho, históricamente el agro exportó cerca del 60 % del total de las divisas que ingresan al país superando, durante toda la última década, los 12.000 millones anuales en exportaciones y especialmente, su impacto alcanza todo el país a diferencia de otros rubros mucho más concentrados en determinadas zonas o regiones. Cabe recordar, de todos modos, que las exportaciones totales argentinas apenas rondan en la actualidad, sobre l8 % del PBI, contra el 40 % que tenían en 1914 y el 30% actual que ostentan países como Chile, México o España, entre otros.
Todo esto, sin embargo, parece no haber pesado demasiado en las decisiones iniciales de Economía, ya que los primeros anuncios sobre disminución y/o eliminación de impuestos para actividades sectoriales, fueron para textiles, calzado y siderurgia (nada de alimentos), y los trascendidos sobre los nuevos ministerios hablan de Turismo y Etica (¡!)-nada para Agricultura-. Sólo el sector frigorífico (no así el ganadero, también afectado por la crisis provocada por la aftosa) parece haber logrado algo en esta instancia, al haberse instrumentado el seguro de desempleo para su personal y la probable eliminación de algunos impuestos "distorsivos", según dijeron las autoridades.
De tal forma, el sector agropecuario en su conjunto sigue el compás de espera para ver "cuando" y "que" le toca en esta nueva etapa. Es cierto que los problemas sanitarios, especialmente en lo que a ganadería vacuna se refiere, son los que siguen causando los principales desvelos y a este nivel, ya se hicieron anuncios sobre el enfoque "regional" que se le daría a la lucha, tema que la mayoría de los países limítrofes y varios sectores internos, venían reclamando desde hace bastante tiempo.
Pero, más allá de esto, y de la promesa de devolución rápida del Iva y otros impuestos internos a los exportadores, que pueden repercutir en el campo en el mediano plazo, las empresas agropecuarias siguen esperando algunas medidas directas inmediatas, ya que a esta altura, los diagnósticos son suficientemente claros y conocidos por todo el mundo. Dicho de otra forma, llegó la hora de "recetar", pues es bien clara la dolencia de este enfermo.


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