El mismo día, la misma hora y en el mismo lugar. Así, como una cita previamente pactada entre dos personas puede definirse el asalto perpetrado ayer en la mutual de la Asociación Médica de Rosario, el segundo en dos semanas. Esta vez el atraco tuvo condimentos adicionales: lo cometió un solo delincuente, que cubría su rostro con una careta de monstruo y que tras apoderarse de unos 20 mil pesos dejó un paquete en cuyo interior había una falsa bomba. Para colmo escapó en bicicleta y luego se subió a un automóvil que lo esperaba cerca de allí.
El delincuente entró a la sede de la Asociación por la puerta de acrílico de calle Tucumán casi esquina España. Eso ocurrió a las 7.15, es decir 15 minutos después de la apertura al público y, al igual que hace dos semanas, a poco de que el transporte de caudales haya entregado el efectivo necesario para el movimiento del día.
El ladrón tenía su rostro cubierto con una máscara de hule con la cara de un monstruo, típica de cualquier fiesta de disfraces. Según testigos, aparentaba ser una persona joven y llevaba un bolso. Apenas atravesó la puerta esgrimió un arma de puño y se dirigió hacia el vigilador privado.
Falsa bomba
El custodio, al advertir el asalto, intentó correr hacia un sector de oficinas y dar la voz de alerta. Pero el delincuente lo persiguió por unas escaleras y de un manotazo lo tiró al piso. Todo eso ocurrió en contados segundos y ante la mirada aterrada de los empleados y de los clientes y afiliados que estaban en el hall central, quienes debieron tirarse al piso boca abajo.
\Con el vigilador encañonado, el delincuente fue hasta el sector de cajas y apuntó su arma contra una de las empleadas. De esa forma ordenó que pusieran todo el dinero en la mochila que llevaba. Antes de emprender la fuga, el hombre extrajo una caja de cartón envuelta con papel de regalo y la dejó sobre un mostrador. Después salió corriendo a la calle, subió a una bicicleta y a unos cien metros de la mutual abordó un automóvil que lo esperaba con otra persona en su interior. Las fuentes consultadas consignaron que ese vehículo sería un Volkswagen Gol.
\Cuando el delincuente ya había escapado, una de las cajeras tuvo que ser atendida por médicos de un servicio de urgencias debido a una crisis de nervios. Paralelamente, un grupo de empleados abrió la caja que había quedado sobre el mostrador y en su interior encontraron un reloj con algunos objetos, que simulaban ser una bomba.
\El gerente de la institución, Marcelo Bloch, remarcó que dentro de la caja "había un reloj ubicado como si fuera una bomba", y aseguró que no había explosivos. "Incluso, cuando la posó sobre la mesa el delincuente no manifestó en ningún momento que se tratara de un artefacto explosivo", agregó. Fuentes policiales dijeron que eso "pudo ser una maniobra de distracción".
\Bloch definió la situación vivida ayer como "más dramática" con relación a la vivida en el asalto de hace dos semanas. El viernes 23 de marzo, irrumpieron en la Asociación Médica una banda de cuatro delincuentes que en contados minutos se llevó más de 30 mil pesos.
\"Lo de hoy (por ayer) fue mucho más violento, pesa a que en la otra oportunidad entraron cuatro hombres armados. Esta vez fue uno solo, pero estaba sumamente alterado. Estaba sacado y eso puso muy nerviosa a la gente que estaba en el local", remarcó Bloch.
\El gerente admitió que los delincuentes sorprendieron nuevamente a la institución cuando se estudiaban nuevas y más severas medidas de seguridad como saldo del asalto anterior. "Estábamos discutiendo sistemas adicionales e incluso mirando presupuestos para tener más seguridad como, por ejemplo, instalar una puerta giratoria", confió Bloch, sorprendido por lo rápido que volvió a ser asaltada la entidad.