El ex ministro de Justicia nacional y bonaerense León Arslanián criticó al gobernador Carlos Ruckauf porque "no entiende la naturaleza del problema de la violencia y la seguridad y por eso comete un error conceptual grosero, que es fruto de la ignorancia".
"La demagogia ha hecho en mucho casos que los hombres de gobierno se desesperen, cuando leen una encuesta; por satisfacer el clamor popular sin importar qué grado de racionalidad puede tener las medidas que adopten", disparó Arslanián al aludir a las políticas de "mano dura" y "meter bala a los delincuentes" declamadas por Ruckauf.
En declaraciones al Diario Judicial de Internet, el ex ministro reconoció que "siempre ha habido en el pueblo un clamor más que justo por un mejoramiento en las condiciones de la seguridad" pero criticó a los dirigentes que "se creen en la obligación de decir lo que la gente quiere escuchar".
"Ahí empiezan las desviaciones fuertes, que al interior de la policía son fatales porque el personal que tiene armas y cierto poder de acción, tiene que ser controlado. No se le puede estimular la idea de que todo vale, que hay que tirar unos cuantos muertos en las calles para que vean la acción", evaluó.
"Eso es fruto de la demagogia", acusó.
Escalada represiva
Arslanián trazó una relación "entre miseria y violencia", cuya "falta de percepción lleva a una acentuación de las facultades policiales con la peregrina idea de que con ello el fenómeno va a desaparecer o va a ser contenido".
"Ese equivocado camino empieza por aumentar facultades policiales, sigue por restringir excarcelaciones, continúa por aumentar penas, sigue preconizando la pena de muerte, y cuando se acaba todo eso probablemente aparezcan los escuadrones de la muerte", advirtió el ex funcionario bonaerense durante la gobernación de Eduardo Duhalde.
"Los que pretenden atribuir el aumento del delito a las penas insuficientes, a la policía que no tiene mano dura, son los que no quieren discutir el modelo económico", apuntó.
El ex ministro definió como "un engaño absoluto, una más de las cosas a las que se echa mano para callar la demanda popular" la anunciada derogación del régimen del "dos por uno", y vaticinó una ola de motines carcelarios ante el agravamiento de la superpoblación de las cárceles.