Entra en vigencia hoy el nuevo impuesto sobre los créditos y débitos bancarios, el primer capítulo de la llamada ley de competitividad, que le permitirá al gobierno recaudar unos cinco mil millones de dólares al año. Para evitar una pérdida en la recaudación fiscal, el gobierno limitó a un solo endoso los cheques comunes y a dos los cheques de pago diferido, siempre que hayan sido emitidos a partir de ayer.
La alícuota del nuevo impuesto sobre los débitos y los créditos en cuenta corriente quedó definida para la mayoría de las actividades en el 0,25%, mientras que los corredores, comisionistas, entidades que operan con cuentas electrónicas, débitos y créditos de entidades financieras, agentes de Bolsa y agencias de cambio, pagarán 0,075%. De todas formas el Ejecutivo tiene margen para ampliar este porcentual hasta el 0,6%. En el caso de las rendiciones de gestiones de cobranzas, recaudaciones y pagos, se estableció una tasa de 0,5%.
El ministro de Economía, Domingo Cavallo, con esta herramienta espera obtener la recaudación necesaria para cumplir con la meta fiscal para el 2001, a pesar de que ya en el primer trimestre prevé un déficit adicional de mil millones de dólares.
La disposición final determina que pagarán el nuevo gravamen el emisor del cheque y el depositante, pero quedarán exentos los endosantes. Respecto a la cantidad permitida no cuenta el que debe realizarse para que el cheque pueda ser depositado en cuenta corriente.
En tanto, el Banco Central (BCRA) estableció las empresas no podrán abrir cuentas en caja de ahorro, las cuales quedaron afuera del impuesto, y dispuso un período de 15 días para que sean cerradas las que fueron abiertas.
El impuesto por el momento no se podrá contabilizar como pago a cuenta de IVA o ganancias, hasta que no se supere la emergencia fiscal, según quedó rubricada en la ley de competitividad.
Ante esto, la Cámara de Comercio (CAC) solicitó ayer al gobierno que se dé a conocer "en breve plazo, un cronograma" por el que se defina cuándo comenzará a descontarse el IVA y ganancias el nuevo impuesto, que no fue precisado en el decreto reglamentario de la ley.
Los alcances de la ley
La normativa incluye a los monotributistas, aunque la ley les permite recibir una desgravación. Además, la acreditación de los préstamos bancarios en cuenta corriente quedó excluida del gravamen, pero no el pago de las cuotas.
Las transferencias electrónicas de fondos entre cuentas de un mismo titular no están alcanzadas, aunque sí las operaciones que concreten un pase de cuenta corriente a caja de ahorro.
Por otra parte, los cheques cancelatorios quedaron también exentos del cobro del impuesto, mientras que el gobierno está estudiando la posibilidad disponer que la acreditación de créditos bancarios en cuenta corriente tampoco deban pagar la tasa del 0,25 por mil, mientras que el retiro parcial o total de esos fondos deberá abonar el gravamen.
Los bancos deberán depositar en la DGI (Dirección General Impositiva) diariamente el producido del impuesto, con tres días de diferencia con respecto a la percepción.
Los empleados en relación de dependencia, jubilados y pensionados, que perciben sus sueldos a través de cuenta corriente, deberán sacar la todo el sueldo durante el mes para evitar el pago del impuesto. De quedarle dinero en la cuenta, al mes siguiente tendrán que pagar el gravamen por esta diferencia.
También quedaron afuera el pago de impuestos, tasas y contribuciones, facturas de servicios públicos, tarjetas de compra y/o créditos y cuotas de servicios médicos o asistenciales. Así como pagos a establecimientos educacionales, asociaciones, fundaciones, servicios de televisión por cable y planes de ahorro previo para fines determinados y primas de seguros.
Otro ítem que se salvó fue el de las operaciones que se refieren a la suscripción, integración y/o operaciones de compra venta de títulos emitidos en serie, efectuados en carácter de agentes de mercado abierto o a través de agentes de bolsa.
Junto con el impuesto se dispone una reducción de 10 mil a mil pesos del monto de las transacciones que se pueden pagar en efectivo. Por encima de los mil pesos se deberá recurrir a un cheque, o bien a una tarjeta de crédito.
La ley de competitividad también abrió la posibilidad de un amplio blanqueo para cuentacorrentistas inhabilitados, que a partir de ahora discutirán con las entidades de las cuales son clientes la reapertura de la cuenta. Como parte de las reformas, el Banco Central decidió dar de baja la central de inhabilitaciones de cuentas corrientes y poner en funcionamiento a partir de hoy, una base de datos: la "central de cheques rechazados". Una decisión para no dejar el sistema sin una información clave, donde los datos serán suministrados principalmente por los bancos y que se podrá consultar vía Internet.