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Recuperar el porvenir

En las últimas elecciones presidenciales triunfó la Alianza, heterogénea y compuesta de ideologías disímiles. A la hora de emitir su voto gran parte de la ciudadanía optó por quienes desde su campaña prometieron aniquilar la corrupción y otros males entonces imperantes. Pero en la mente de cada argentino quedaba la razonable duda de que la Alianza pudiera perdurar unida, compacta y eficiente. Lamentablemente, tales presunciones se cumplieron: hubo diferencia de opiniones, acusaciones, fisuras, cambio de ministros y funcionarios, renuncias de alto nivel y la comprobación de que la Alianza se había resquebrajado. Todo en medio de una severa crisis económica, concatenada directamente a la política. La larga recesión que sufrimos y otros problemas conexos han producido dos recambios de ministros de Economía en sólo quince meses de gobierno. Hoy nos encontramos con algo de asombro ante un superministro con poderes especiales, pero esto no debe extrañarnos pues ha venido ocurriendo y está instalado en viejas democracias del mundo. En la práctica vemos que se ha eclipsado en parte la figura del doctor De la Rúa, en un país que siempre fue presidencialista. Ahora aparece como un primer mandatario honorífico o paternalista, con menor poder de decisión. Si estos cambios drásticos de nuestras estructuras gubernativas son imprescindibles para recuperar el porvenir de la República, tendremos que acostumbrarnos a aceptarlos y también a apoyarlos.
Cayetano Bello