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Ineptitud y pago de impuestos

Además de llevar el costo que representa la tasa de mantenimiento de los cementerios, el sufrido contribuyente tiene que luchar contra la ineptitud del personal del cementerio El Salvador. A fin de año, me reclamaron el pago (ya abonado) de una cuota y debí hacer no menos de tres viajes para que consintieran en tomar nota de que el importe ya había sido pagado. Hace unos días, al ir a retirar la que vence el 8 de abril próximo, munida de los dos recibos del año 2000, fui informada, luego de la consabida consulta a la computadora, que adeudaba la segunda cuota de ese año. De nada valió que exhibiera el recibo. Me dijeron que debía concurrir nuevamente, con una fotocopia de ese recibo, porque había que dirigirlo -por computadora naturalmente- al departamento de contabilidad municipal y a no sé qué otro sitio y que sólo entonces se acreditaría el pago. En verdad, informática e ineficiencia son una pésima combinación, al igual que la burocracia e ignorancia. Y el contribuyente debe soportar las molestias, junto con el costo del tributo.
Marta Casablanca