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La otra Rosario

Como contribuyente afectado por la discriminación hay que felicitar a nuestros gobernantes y en especial al señor intendente de Rosario y su excelso Concejo porque han logrado desarrollar en la ciudad lo que nunca antes se había conseguido, a saber: 1) ensuciar la ciudad día y noche con la proliferación de los cirujas que ya se enseñorean desde el microcentro por toda la ciudad, con carros y todo tipo de medios, desestimando ordenanzas que prohíben los vehículos de tracción a sangre por la ciudad; 2) aceptar la instalación de villas que ocupan zonas específicas de la ciudad, muy bien asesorados presuntamente por abogados o funcionarios para asentarse en lugares estratégicos y no dejarnos vivir tranquilos ni seguros, mientras que son atendidos con fondos de todo el pueblo productivo rosarino en salud y educación; 3) además, la clase media venida a menos debe soportar las agresiones verbales y en algunos casos físicas de estos individuos que en su mayoría ni siquiera son oriundos de Rosario. Es probable que el intendente se postule a la gobernación de la provincia, así entonces procederá a destruir con sus brillantes ideas a Santa Fe en su conjunto. Y ni qué decir si se le ocurre candidatearse a presidente, todos los países vecinos llenarán la Argentina con una migración perfectamente organizada y probablemente los argentinos tengamos que irnos de nuestra tierra. En definitiva, todo radica en la impericia política de quienes hoy detentan el poder.
Elena Ruiz