Gustavo Orellano
Casilda. - Un informe sobre los controles que realizó acerca de la venta de psicofármacos y las posibles irregularidades en torno a la comercialización de productos sin receta, o bien en las que se hayan detectado adulteraciones, fue reclamado por la Cámara de Senadores de la provincia al Ministerio de Salud y Medio Ambiente . La iniciativa fue impulsada por el senador del departamento Caseros, Abel Brunetti, a raíz de la cantidad de intoxicaciones por consumo de drogas legales mezcladas con alcohol que se registraron en los últimos meses en distintos nosocomios santafesinos. El legislador fundamentó su pedido al denunciar que "los adictos acceden a distinto tipo de remedios a través de recetas confeccionadas irregularmente y con firmas falsificadas y sellos robados o apócrifos". Y aclaró que mezclan esos fármacos con alcohol para obtener "efectos excitantes o alucinógenos". El proyecto de Brunetti también apunta a conocer qué tipo de medidas adoptó la provincia para prevenir estas conductas, en caso de haberlas advertido, y si en algún momento habilitó un padrón para que los profesionales registren su matrícula y su firma al fin de evitar adulteraciones. Asimismo, pretende saber si la cartera sanitaria implementó conjuntamente con el Colegio de Farmacéuticos y el Colegio de Médicos de la provincia alguna acción para controlar la fabricación de sellos e impedir su falsificación. "El objetivo es proteger la salud de la población y evitar la manipulación ilegal de psicofármacos en la provincia", dijo Brunetti, para agregar que "el Estado tiene la obligación de atender este tipo de cuestiones si pretende una mejor calidad de vida para la gente". Desde el Círculo de Farmacéuticos del Departamento Caseros se calificó como de "excelente" el proyecto sancionado por los legisladores santafesinos y se insistió en la necesidad de optimizar los mecanismos de control en la venta de medicamentos. Uno de los miembros de esta institución, Angel Vignatti, quien además asesoró a Brunetti sobre el tema en cuestión, expresó que "el consumo de estupefacientes aumentó considerablemente entre los jóvenes y adultos". El profesional sostuvo que las ciudades con mayores problemas son Rosario y Santa Fe, aunque también se mostró preocupado por los niveles de drogadicción en Caseros donde "años atrás parecía una problemática lejana y que nunca iba a llegar", expresó. Vignatti remarcó que "muchos de los jóvenes que hoy son adictos empezaron consumiendo algunos medicamentos para luego aumentar la dosis y terminar consumiendo cocaína u otros alucinógenos que poco tienen que ver con las drogas médicas".
| |