Los famosos siempre tienen tiempo para la caridad. Más aún cuando son jóvenes y están el tope de la popularidad, como Britney Spears y Justin Timberlake, del grupo N'Sync. Juntos asistieron a una cena de beneficencia celebrada en Beverly Hills. No es la primera vez que los jóvenes artistas se prestan para proyectos de ayuda al prójimo. Los chicos de N'Sync hicieron más de una vez subastas de objetos de su carrera, con cuyos fondos ayudaban a la gente del mundo en problemas. El más más famoso de esos remates fue el que se atrevió a poner en venta los restos de una tostada dejada por los músicos en un desayuno. La rubia Britney no se queda atrás, y mientras firma contratos con las más importantes firmas del mundo comercial se deja un espacio y unos dólares para dedicarlos a los necesitados. La privilegiada posición en que coloca a los intérpretes el hecho de marcar todo el tiempo records de venta no quiere ser desaprovechada por nadie. Las compañías disqueras son las primeras, pero a ellas se suman pedidos de todo tipo, como el que en esta oportunidad hicieron los organizadores de la edición 2001 de la Family Celebration, una fiesta que todos los años reúne fondos para ayudar a la gente diferente del mundo. La velada también contó con Michelle Pfeiffer y su esposo, David E. Kelley, el creador de la exitosa serie televisiva "Ally McBeal". La actriz lució lentes negros y un traje sastre que puso aún más evidencia su sensualidad, aunque ella dejó que su marido fuese el centro de atención de periodistas y gente que se acercaba a saludar al feliz matrimonio.
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