El municipio apuesta al diálogo ante un posible paro de colectivos

La UTA está en alerta y mañana decide si lanza la medida de fuerza. Dicen que circulan menos ómnibus

Mientras los choferes de colectivos nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se encuentran en estado de alerta y amenazan con lanzar un paro de un momento a otro, el secretario de Servicios Públicos municipal, Miguel Lifschitz, apuesta al diálogo y se esfuerza por disipar las dudas sobre ese posible cese de actividades. "Hablé con los delegados y percibí muy buena voluntad, no creo que se genere algún conflicto", dijo ayer el funcionario. Lo cierto es que los choferes aseguran que en la ciudad circulan menos colectivos que los prometidos por la Intendencia meses atrás y mañana definirán si lanzan la medida de fuerza. Por ahora, la Intendencia intimó a las empresas y podría sancionarlas si no regularizan sus flotas.
Nuevamente la incertidumbre vuelve a merodear en torno al sistema de colectivos. Cuando aún resuenan las voces de los sufridos usuarios que padecieron la caída de la Cotal y el intento desesperado de la Municipalidad por emparchar la situación, ahora son los choferes quienes siembran la amenaza.
Según aseguran, en la ciudad circulan 40 colectivos menos de los 600 que se comprometió a mantener en circulación la Intendencia, ya sea en el actual como en el nuevo sistema.
Esta merma se convierte en una latente amenaza de pérdida de fuentes de trabajo para el gremio que lidera Manuel Cornejo. Mañana, a las 17, los delegados de las distintas líneas se reunirán en la sede de la UTA en un encuentro del que podrían surgir importantes novedades.
Mientras tanto, Lifschitz se mostró ayer confiado en que los colectiveros no lanzarán un paro durante esta semana, y anunció que entre hoy y mañana se reunirá con los delegados para monitorear la situación.
"Hay buena voluntad del gremio para dialogar, no creo que se genere algún conflicto", aseguró el flamante secretario de Servicios Públicos.
El funcionario recordó que "el viernes se intimó a las empresas de colectivos a regularizar la merma de unidades", pero descartó que en la ciudad circulen 40 coches menos, tal cual se asegura desde la UTA. "Pueden faltar algunas unidades, pero no son 40", indicó.
Las líneas a las que se intimó para que regularicen sus flotas tendrán hasta la cero hora de mañana para acatar la orden municipal. Si las faltantes persisten, Lifschitz asegura que habrá "desde sanciones hasta caducidades de concesiones".
A una semana de haber asumido la titularidad de la Secretaría de Servicios Públicos, el funcionario volvió a apostar ayer al consenso y al diálogo para solucionar el conflicto del transporte. Sobre el nuevo sistema sólo esbozó una frase: "Si no resolvemos el actual, más vale que nos olvidemos del nuevo", confesó.