A pesar de las prohibiciones, esta vez se decidió a jugar. Con algo de temor, avanzó a paso sostenido y luego de hacer unos cuantos metros ingresó en la sala de ruleta. Cuidadoso, primero estudió la mesa. Como una atención del casino, recibió cinco dólares de regalo. Afuera no cesaba el ruido de los boliches de Pichincha. El se concentró y decidió apostar. Desparramó las fichas sobre el paño verde, hasta que llegó el "no va más". Su número era el 7. La ruleta comenzó a girar, tomó un trago de su whisky preferido y esperó la suerte. Si bien no logró un pleno, la pegó con el color. Sus créditos aumentaron. Cebado por la buena estrella, dejó esa sala y fue hasta las tragamonedas. Era un viernes como tantos, pero estaba en Rosario jugando al casino desde su computadora. Las casas de juego virtuales invaden los sitios de Internet mientras aún se espera que los legisladores provinciales autoricen la instalación de ruletas. La cuestión ya alteró a las autoridades de la Lotería de Santa Fe que reclaman dividendos sobre las apuestas virtuales que maneja un sitio con sede en la Argentina.
En la Cámara de Senadores de la provincia se encuentra varado el proyecto aprobado por Diputados que permite la instalación de casinos y bingos. Sin embargo, el empuje que el reutemismo dio en la Cámara baja, se diluyó cuando el tema llegó a Senadores. La propuesta deberá formar parte de las sesiones ordinarias antes de que termine el año, caso contrario perderá estado parlamentario y habrá que comenzar otra vez de cero.
"Está en un trámite estándar", sostuvo el vicegobernador y presidente de Senadores, Marcelo Muniagurria, quien no quiso opinar más allá del estado institucional de la ley. No obstante, reconoció que le interesaba "que se trate lo más pronto posible".
-¿Le gustaría que la provincia tuviera una ley de casinos?
-Veo que insiste en conocer qué pienso (risas). Usted sabe que yo no voto, por eso mi opinión no tiene importancia (más risas).
-Pero vota para la prensa.
-Bueno, a mí me gustaría que haya una ley de casinos.
Pero mientras el tiempo pasa, los rosarinos no sólo pueden apostar sus fichas en alguno de los 27 casinos que rodean a la provincia, sino que también pueden jugar en casinos virtuales. Uno de ellos se autopromociona como el primer casino on line de Sudamérica y está en manos de una empresa argentina que a su vez es concesionaria de casas de juegos en Formosa y Bariloche.
Chances por miles
El titular de la Lotería de Santa Fe, Oscar Donayo, no desconoce esta realidad. "Sabemos que hay unos 1.700 sitios que ofrecen juegos. Los nacionales son los menos y de los que vienen del exterior, la mayoría están radicados en los denominados paraísos fiscales. Esto constituye para nosotros una nueva forma de juego clandestino. Es una paradoja no tener casas de juego oficiales cuando desde una computadora cualquier persona puede jugar", admitió Donayo. Sin embargo, la ilegalidad que planteó el funcionario queda sólo en palabras. "Debido a las características de Internet no existen posibilidades de detener este ingreso".
El game virtual argentino más difundido es CasinoSur, autorizado por Formosa y cuyos dueños también tienen allí y en Bariloche, mesas de juego reales.
La cuestión es tema de análisis entre los funcionarios. Mientras se investiga en torno a la legalidad del juego, Lotería de Santa Fe comenzó gestiones para lograr que los dueños de CasinoSur compartan sus ganancias con el gobierno provincial ya que de hecho invade la jurisdicción santafesina.
"Se metieron en nuestro territorio para ofrecer un juego ilegal en esta provincia donde el monopolio del juego lo tiene Lotería de Santa Fe. Debiera mediar un convenio para que se pueda vender este servicio a los apostadores santafesinos, o si no, tendríamos que tener una participación sobre las apuestas producidas desde nuestro distrito", detalló.
Según uno de los autores del proyecto de ley de casinos, el diputado usandizaguista Miguel Basaldella, la posibilidad cierta y de fácil acceso que generan los games virtuales puede asemejarse con las diferentes modalidades de juegos por dinero que ya están instaladas en la provincia. "¿Cómo se permite el Quini 6, el Brinco o el Loto y no el casino?", se preguntó. Además consideró que la implementación de las salas es un "proyecto doble que apunta a la actividad turística", debido a la incorporación, por ejemplo, de un hotel cinco estrellas con sala de convenciones en Rosario.
Mientras el tema sigue transitando los pasillos legislativos, la ruleta no cesa de girar en Internet. Allí, con imágenes 3D, los apostadores pueden elegir entre una gran variedad de juegos. Videopóker, tragamonedas, blackjack, bácarat y keno son algunos de ellos. Para quien quiera divertirse sin arriesgar dinero, brindan la posibilidad de jugar gratis. Pero si no, se pueden comprar fichas desde un dólar en adelante. Más o menos sofisticados, todos dicen garantizar la calidad de la transacción comercial. Se puede hacer a través de tarjetas de crédito y cuentas bancarias, entre otras variantes, algo que para muchos es correr demasiado riesgo financiero. Pero, a veces, la tentación es más fuerte.