Los robos y hurtos son los principales delitos cometidos por adolescentes, según estadísticas de la Policía Federal, que registraron la detención de casi 900 chicos, acusados de ese tipo de ilícitos entre el año pasado y lo que va del 2001. Pero el dato que más preocupa a los especialistas está relacionado con el escalofriante aumento de chicos inculpados por homicidios en los últimos 15 años: la cantidad de casos aumentó en un 30 por ciento.
El año pasado y lo que va de este, acuerdo a un informe de la División Delitos contra Menores de la Policía Federal, 339 adolescentes quedaron detenidos por infracción a la ley de drogas.
Además, un centenar de chicos fueron apresados bajo el cargo de lesiones, durante enfrentamientos con la policía en el ámbito de la Capital Federal en los últimos 15 meses, y una cantidad igual por haber cometido lesiones contra terceros.
En el conurbano bonaerense, en tanto, según datos del Centro de Operaciones de la Policía bonaerense, casi seis mil chicos fueron detenidos el año pasado en la provincia, de los cuales cuatro mil están acusados de delitos graves.
De ese total, 274 adolescentes fueron imputados por homicidios y casi 600 quedaron presos después de enfrentarse a tiros con la policía. Las causas penales que involucran a menores de edad aumentaron en un 15 por ciento en los últimos dos años.
Escalofriante aumento de homicidios
"Resulta escalofriante el aumento de la cantidad de chicos inculpados por homicidios en los últimos 15 años: en los 70, los adolescentes eran autores de sólo el cinco por ciento de los crímenes, pero a partir de 1991 esa cifra trepó al 38 por ciento", dijo Jorge Folino, perito psiquiatra del Poder Judicial bonaerense.
Esos datos coinciden además con un aumento de hechos graves de violencia protagonizados por precoces delincuentes que conmovieron a la opinión pública en los últimos días.
El mes pasado dos adolescentes de 16 años y otro de 14 fueron detenidos bajo el cargo de haber asaltado y tomado como rehén en la localidad bonaerense de Ranelagh, partido de Berazategui, a un analista de sistemas, a quien encerraron en el baúl de su auto y murió cuando los ladrones chocaron.
En enero último, tres delincuentes, dos de 16 y uno de 17 años, asaltaron la sucursal del Banco Río de Martínez. Simularon tener armas de fuego y escaparon con siete mil pesos pero fueron detenidos a pocas cuadras por la policía.
También, a mediados de ese mes, un niño de 9 años y un muchacho de 18 quedaron tras las rejas después de que robaron un automóvil a un remisero, a quien amenazaron con armas en la localidad de Benavídez, partido de Escobar.
A mediados de este mes la policía apresó a uno de los cinco chicos que fugaron el 28 de febrero pasado del porteño Instituto Agote. Lo sorprendieron cuando huía en un auto robado tras haber sustraído 47 pesos de una panadería y, dos días antes, asaltado un supermercado Disco de Villa del Parque.
Nueva legislación
La discusión sobre las fórmulas para desterrar la delincuencia juvenil tiene al ministro de Seguridad bonaerense, Ramón Orestes Verón, como un firme defensor de bajar la responsabilidad penal de los chicos, porque considera que "ciertos menores son capaces de comprender la criminalidad de sus actos, e incluso cometen asesinatos con total impunidad".
Actualmente, si un chico de hasta 15 años participa de un delito, el juez se hace cargo de su tutela pero si tiene 16, se le considera imputabilidad relativa. A los 18 deberá soportar imputabilidad plena.
En sintonía con la línea ministerial, este mes ingresó un proyecto a la Legislatura bonaerense que impulsa la modificación de la ley 22.278 y establece la imputabilidad penal relativa en 14 años y la plena en 16 años.
En cambio, especialistas en minoridad sostienen que el incremento de la violencia juvenil es fruto de décadas de deterioro educativo, del aumento de la exclusión social y del tráfico y consumo de drogas, de leyes permisivas, del precario sistema penitenciario y de la lentitud de los procesos judiciales.
Profesionales de diversas áreas difundieron a través de Internet un informe sobre el delito en Argentina en el que remarcan que otros de los factores que aumentaron la delincuencia son el descontrol de políticas de prevención y represión y la creciente disolución de las estructuras familiares de contención.