Cautela y esperanza son las sensaciones que definen el estado de ánimo de empresas de primera línea de la región frente al plan de Domingo Cavallo. De todos modos, aunque muestran cierta predisposición a hacer lo que denominan "un esfuerzo más" en busca de la tan ansiada salida de la recesión, no pueden ocultar su disgusto cuando se refieren al impuesto a las transacciones comerciales implementado por el flamante ministro de Economía.
Desde Acindar, John Deere, General Motors, Cargill y Frigorífico Paladini, se coincidió en señalar la importancia del cambio en el discurso económico a favor de poner el acento en la competitividad, tal el nombre del programa confeccionado por Cavallo para intentar un shock de productividad en la golpeada Argentina. Pero eso no alcanza, los empresarios quieren más. Más precisiones sobre las medidas por venir y más hechos que palabras. "Ver para creer" parece ser la frase por excelencia a la hora de evaluar los posibles resultados del reciente plan.
"Lo que más nos duele es el impuesto a las transacciones financieras que sufrimos desde dos puntos de vista: como empresa y por nuestros clientes que son agricultores. Para ellos, que mueven grandes volúmenes con bajos márgenes de ganancia es un problemón porque no lo pueden descargar", explica Miguel Distéfano, gerente de John Deere.
A la par de la queja, el ejecutivo señala que "si esto va a llevar tranquilidad, le damos una carta de crédito al gobierno". Distéfano dice que en la compañía tienen expectativas de un cambio positivo pero que esperan que "aparezcan pronto" medidas que apunten a bajar el gasto y no a subir los impuestos.
Respecto a las modificaciones arancelarias impuestas a una serie de productos, el vocero de John Deere se lamenta de que todo el espectro de máquinas autopropulsadas (el grueso de la producción de la firma de maquinaria agrícola) quedó afuera "del beneficio" por estar "equivocadamente" incluido en el rubro automotriz.
Desde ese sector, Alberto García Carmona, gerente y director de Relaciones Institucionales de General Motors Argentina, opina que si se pone en marcha un plan que apunte a "erradicar los males endémicos de la Argentina" es "indudable que se notará en el corto y mediano plazo una mejoría". El hecho de que el plan Cavallo vaya en dirección de revertir la crítica situación de los sectores productivos en el país y el consenso político obtenido hasta el momento, alientan al ejecutivo de GM a pensar en un impacto positivo que no se hará esperar.
La renovación de esperanzas generada en la gente desde la asunción de Cavallo como ministro de Economía (tal lo reflejaron encuestas realizadas en los últimos días) son una "buena señal" comenta García Carmona, y agrega que no hay que olvidar que "la economía se mueve por expectativas".
García Carmona espera que Cavallo no tarde en poner en marcha la parte de su plan que apunta a bajar costos de insumos y a desterrar los impuestos distorsivos (el reclamo "histórico" del sector) y tal cual lo anunció el ministro a pesar de que no dijo aún cómo lo hará.
Esa confianza en Cavallo aparece reflejada en el discurso de Gustavo Pitaluga, gerente de Relaciones Institucionales de Acindar. "La presencia del nuevo ministro, su trayectoria, conocimientos y celeridad para actuar generan una primera sensación de tranquilidad", dice el vocero de la siderúrgica, pero de inmediato agrega: "Queremos saber más en detalle cómo aplicará su plan y de qué se trata".
El hecho de que Argentina le haya escapado a las garras del default es un primer dato "importante" a tener en cuenta para darle un voto de esperanza a Cavallo, admite Pitaluga, quien por otra parte se queja por el impuesto a las operaciones comerciales. "Hay que lograr que ese gravamen se pueda descontar de IVA y ganancias", exclama.
"No puede ser que una vez más apuntemos a recaudar a través de sacarle fondos al sector privado que es el más eficiente en el gasto para tapar los agujeros de la ineficiencia del sector público", enfatizó.
La posibilidad de que Cavallo cumpla con su promesa de ir en camino a una simplificación impositiva ("Quedarán sólo dos impuestos a la larga, IVA y ganancias", dijo el ministro), es un aliciente para los sectores de la producción, admite Pitaluga.
En relación al arancelamiento impuesto a las importaciones de algunos bienes, el vocero de Acindar hizo una aclaración: "Si es coyuntural me parece bien. Pero si esto significa volver a cerrar el país, creo que es un error".
Un nuevo punto de partida
"Que el padre de la convertibilidad asuma que la revaluación cambiaria le hizo perder a la producción argentina el 20% de competitividad, es una señal muy significativa para nosotros", dijo Roberto Paladini, presidente de Frigorífico Paladini.
La movida de Domingo Cavallo para sacar al país de la recesión se inscribe en la línea "de lo que venimos reclamando", mencionó el dirigente empresario, quien reconoce, de todos modos, que el sector productivo tiene que pagar "un alto precio -como es el derivado del impuesto a las transacciones comerciales- para que se produzca el shock productivo que necesitamos".
Paladini dijo que en las conversaciones con sus pares, en los últimos días, advirtió que existe la intención de "pagar ese precio si eso significa salir de esta gran recesión".
Paladini señaló que Cavallo tiene que ver con mucha atención la relación entre el producto bruto interno y el gasto público consolidado en el país. "El PBI es de 280 mil millones de pesos y tenemos 102 mil millones de gasto, lo que significa que el gasto consolidado representa el 36% del PBI, lo que es una barbaridad. Los premios Nobel de economía dicen que cuando esa relación supera el 25% hay que prender la alarma", reflexionó.
Señaló además que si tuviera que hacerle un pedido urgente a Cavallo le diría, entre otras cosas, que el sector productivo necesita "exportar con valor agregado para ser competitivos de una vez por todas".
En relación al beneficio que representa para la empresa Paladini el arancel sobre las importaciones, el empresario destacó que si bien "nos favorece de algún modo", el mayor impacto negativo en ese sentido viene de Brasil que está exceptuado del arancelamiento por pertenecer al Mercosur.
"Para nosotros, Cavallo abre una esperanza en términos generales", dijo Hugo Daniel Vázquez, gerente comercial de la zona Norte de Cargill. Vázquez apuntó que es "muy importante" que la agroindustria sea reconocida como "sector crítico para la economía argentina" y que es el gobierno el que tiene que trabajar para garantizar que los productos argentinos "lleguen a la mayor cantidad de destinos posibles".
Las expectativas sobre la gestión Cavallo se centran, dijo, en que el gobierno cumpla con las responsabilidades que le corresponden: "Todo el paquete de medidas presentado hasta ahora encierra un gran objetivo recaudatorio y esperamos que se ponga el acento en las reducción de la evasión que en el sector cereales es muy grande".
En la misma línea de opinión de los otros empresarios consultados por La Capital , Vázquez destacó que las cosas saldrán bien en la medida que "no se ponga todo el esfuerzo en manos de los privados".
"La compañía y la agroindustria tiene esperanzas. Cargill dio su apoyo siempre, incluso en crisis tremendas, pero eso no quiere decir que no estemos analizando paso a paso cómo impactan las medidas", dijo el gerente de la cerealera, y agregó: "Los primeros resultados del plan se verán pronto. Viene el momento de las exportaciones y podremos observar allí los grandes depósitos fiscales. Será el tiempo de comprobar si cumplió la gente y si cumplió el gobierno con su parte de control. Por ahora, le ponemos el hombro", enfatizó.
La Ciudad
