Hace tiempo que el comercio minorista viene luchando en desventaja contra las grandes cadenas de hipermercados y shopings. Alejados muchas veces de las nuevas estrategias de venta, sin tener acciones en común, siguen resignando mercado a pasos agigantados, en manos de quienes sí elaboran políticas para captar nuevos clientes, de acuerdo a las cambiantes condiciones del mercado. Con la intención de acercar las herramientas para que el comercio minorista de Rosario pueda competir con éxito, directivos de la Coordinadora de Actividades Mercantiles Empresarias (Came) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) expusieron las características de un programa de fortalecimiento del comercio minorista -el Procom- ante las cámaras aglutinadas en la Asociación Empresaria de Rosario.
El programa permite financiar estudios de mercado, desarrollo de imagen, logística y distribución, desarrollo de redes de compras, programas de calidad, atención al cliente, entre una gran cantidad de posibilidades. La financiación no incluye adquisición de equipamiento, inmuebles o realización de obras. Sólo los servicios de consultoría, costos que son absorbidos en un 50 por ciento por el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) que administra el BID, y en otro 50 por ciento por los comerciantes que se unen para la concreción del proyecto. De existir en la ciudad profesionales o empresas capacitadas para llevar a cabo estas asesorías, el Banco avalará su contratación.
Los objetivos
El representante del BID y coordinador del área de asistencia y alianzas estratégicas del programa, Jorge Pazos, señaló que "uno de los fines del Procom es hacer frente a las grandes concentraciones económicas que ofrecen una estrategia vinculada a brindar seguridad, un espacio amigable, un buen estacionamiento, en detrimento de lo que el comercio de la ciudad puede ofrecer. Nosotros ofrecemos a los comerciantes de una calle o zona determinada la posibilidad de contratar a los mismos profesionales que diseñaron las estrategias de las grandes cadenas, sus políticas de comunicación y comercialización". En cuanto a las condiciones que debe reunir un centro comercial a cielo abierto, Pazos dijo: "Si tuviéramos que empezar por una cuadra, estamos dispuestos a hacerlo. Porque si los comerciantes de esas cuadra planean la intervención de profesionales para mejorar la arquitectura comercial, la cartelería, la imagen corporativa, la capacitación de la gente, más lo que supone la participación del municipio, ésto resultará atractivo para otros".
El funcionario del BID aclaró que en otros lugares del país ya se están realizando experiencias de este tipo, entre las que puede contarse una Red de Almaceneros en Mendoza (de características similares a nuestra Cadena del Centro), un centro comercial de cuadras cuadras de extensión en Morón, una red de Ferreterías en Córdoba y hasta una tarjeta de compre local en General Pico, La Pampa.
Por su parte, Francisco Mantilla, de Came, dijo que el programa "apunta a conseguir que todo lo que un consumidor encuentra en un shopping lo encuentre en una calle comercial. Es la posibilidad de que el consumidor vuelva a comprar en el barrio". Los interesados deben dirigirse a la Asociación Empresaria de Rosario (España 848), donde se les brindará el asesoramiento necesario para llevar adelante el proyecto.