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Cruel gatillo fácil

Se cumplen 3 años de la muerte de mi hijo, Ariel Colque, uno de los casos de gatillo fácil en nuestra ciudad. Dos hombres de las fuerzas policiales provinciales, bajo el amparo de la impunidad y haciendo abuso de su poder, asesinaron a mi hijo. El 31 de marzo de 1998, en la madrugada, Ariel caminaba con su novia por la calle Magallanes al 2400, cuando varios policías lo atacaron y le pegaron varios tiros por la espalda. Cayó herido, pero los policías siguieron disparando hasta casi matarlo. Fue internado en el Heca, donde falleció a causa de las heridas recibidas. Estos policías en el momento del hecho no estaban en servicio, vestían de civil y se movilizaban en un auto particular. En agosto del año pasado, el juez de Instrucción, Jorge Juárez, dictó el procesamiento de los dos policías involucrados por homicidio simple, indicando que Ariel había sido víctima de un disparo efectuado desde corta distancia. En noviembre del mismo año, la Sala IV de la Cámara de Apelaciones de Rosario confirmó el procesamiento y la prisión preventiva de los dos actores. Hoy espero que el juez dé sentencia responsable de fijar la condena y se pronuncie prontamente ya que el sufrimiento de una madre, ante tanta impotencia y dolor no tiene consuelo. La vida humana y los derechos humanos se ven desamparados y a las órdenes de personas que actúan por instinto, con egoísmo y sin respetar las normativas que regulan su profesión. Es necesario replantear nuestras fuerzas de seguridad, porque tal vez tengamos que protegernos de aquellos a quienes el Estado les paga para que nos proteja.
Ramona Colque