Eran doce, más o menos. Y llegaron a los 17 del segundo tiempo, justo para ver el tramo del partido que hubiesen preferido evitar. Defensa y Justicia descontó unos minutos más tarde. "No puede ser, viejo. Ahora seguro que nos ganan", habrán pensado en la popular. Defensa buscó y no encontró, Córdoba cerró filas y festejó. Festejó a lo grande, porque alcanzó a San Miguel y dejó atrás a All Boys, los otros dos que todas las noches se van a dormir pensando en la tabla de los promedios. Ahora, la esperanza de mantener la categoría depende únicamente de los charrúas, nada menos.
Después del golpe dado en Florencio Varela, Córdoba necesita ganarle el sábado a San Miguel para respirar con mayor tranquilidad. La victoria de ayer de nada servirá si los charrúas no se quedan con los tres puntos ante el conjunto de Los Polvorines. Una derrota prácticamente condenaría a Córdoba, y un empate lo dejaría en una situación más que comprometida, ya que en la última fecha será visitante frente a Tigre.
Pero lo cierto es que Córdoba vivió su fecha soñada, y su panorama pasó de sombrío a alentador en noventa minutos. El comienzo no pudo haber sido mejor para los charrúas. Iban apenas 11 minutos cuando Aira mandó un tiro libre, Jeandet la peinó y Celebroni apareció por el segundo palo para asegurar la apertura.
El gol tuvo un efecto tranquilizador. Alivió tensiones, despejó dudas. Confundido, Defensa recién llegó a los 19, con un tiro que Cancelarich le tapó al hábil Género. Córdoba volvió a avisar con un cabezazo de Medina y un remate de Cantero, y a los 28 llegó el segundo con otra jugada de pelota parada: córner de Cantero y anticipo goleador de Pochettino.
Oportunista y utilitario
Córdoba, al cabo, fue todo lo oportunista y utilitario que no supo ser en la mayoría de los últimos partidos. Y en el segundo tiempo siguió controlando el desarrollo sin mayores inconvenientes. Defensa dependió en exceso de alguna inspiración de Género y su hinchada, que también entró en el segundo tiempo, comenzó a cantar letras amenazantes. "Hay que ganar, porque si no van a cobrar", gritaron. Hasta que llegó el zurdazo de Género y el 2-1 instaló el suspenso.
Defensa le rodeó el área, pero Córdoba mantuvo la calma y no se dejó avasallar. Defendió los tres puntos con uñas y dientes, como aconsejaban las circunstancias. Esos doce fanáticos que viajaron 300 kilómetros para ver apenas 28 minutos lo agradecieron al borde de las lágrimas.
La Ciudad
