Año 49.067
 Nº CXXXIV
Rosario,
domingo  25 de
marzo de 2001
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Asesinan a un vigilante privado y al huir balean a la custodia presidencial
La víctima intentó impedir el robo a una joyería en el barrio de Recoleta, cerca de la casa del presidente De la Rúa

Buenos Aires.- Tres ladrones asesinaron ayer de un tiro en la espalda a un custodio privado que intentó impedir el asalto a una joyería ubicada a solo una cuadra de la casa del presidente Fernando De la Rúa, en el barrio porteño de Recoleta. Al huir, los asaltantes atacaron a balazos un móvil de la división Custodia Presidencial con el que se cruzaron imprevistamente.
Todo comenzó a las 10.30 en la joyería "Vian" ubicada a solo una cuadra del domicilio particular del presidente Fernando De la Rúa, según fuentes de la comisaría 17ª que tiene jurisdicción en la zona. El comercio era custodiado por el vigilador privado Miguel Horacio Reales, de 31 años, quien fue baleado en la espalda durante un forcejeo con los asaltantes cuando quiso impedir que ingresaran a la joyería.
Según las primeras hipótesis de la policía de la seccional 17ª, tres delincuentes armados descendieron de un Ford Escort rojo e intentaron irrumpir en el local. Pero, según testimonios de vecinos, la dueña de la joyería advirtió la intención de los hombres y cerró rápidamente la puerta del comercio.
"No alcanzaron a entrar porque la mujer les cerró la puerta. El hijo de la dueña y el custodio quedaron afuera", contó un testigo del hecho. Como los maleantes no lograron consumar el robo, se enfurecieron. Y en esas circunstancias se produjo un forcejeo entre los delincuentes, el joyero y el vigilador.
El muchacho, identificado solo como Miguel, sufrió una herida cortante al recibir un fuerte golpe en la cabeza. El vigilador Reales fue herido de bala por la espalda y falleció cuando era asistido en el hospital Fernández de la Capital Federal. Según las fuentes consultadas, el custodio no llegó siquiera a extraer su arma. "Fue baleado sin mediar palabra y con total frialdad", expresaron los vecinos, quienes denunciaron que la ambulancia "tardó al menos 20 minutos en llegar". El vigilador estaba casado y había sido padre de una bebita 15 días atrás, según contó una vecina que solía conversar con él diariamente.
Pero no todo terminó allí. Al ver el estado del vigilador, los ladrones corrieron disparando tiros al aire -sin concretar el robo- hacia el mismo automóvil en el que habían llegado y que habían dejado estacionado a pocos metros de la joyería.
Ya a bordo del vehículo y cuando circulaban a alta velocidad se toparon con un coche sin identificación que pertenece a la División Custodia Presidencial de la Policía Federal y en el que circulaban dos agentes.
Los asaltantes, según la policía, habrían advertido que se trataba de policías y les dispararon dos tiros que impactaron en la carrocería y que milagrosamente no hirieron a nadie. Después continuaron su huida y se perdieron a los tiros. Vecinos que los vieron aseguraron que uno de los asaltantes tenía armas en las dos manos.
Tras un rastrillaje en la zona, la policía secuestró una pistola nueve milímetros que uno de los asaltantes habría arrojado en el interior de una maceta.
"Los ladrones venían campaneando el local porque ya habían pasado alrededor de las 7.30 por allí. Nos enteramos de que el custodio había alertado a esa hora a la comisaría y que un patrullero recorrió el lugar sin dar con los hombres", comentó otra vecina.
En tanto, los vecinos de Recoleta expresaron su indignación ante un asalto cometido "en un barrio que siempre está lleno de policías porque el Presidente vive a sólo una cuadras de allí".
El juez de instrucción porteño Luis Alberto Celaya se hizo cargo de la investigación del hecho y ordenó un amplio operativo para dar con los individuos.


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