Luneburgo, Alemania. - En Alemania comenzaron ayer una serie de protestas masivas contra el primer transporte de residuos nucleares autorizado por el gobierno del canciller Gerhard Schroeder en cuatro años. La dimensión de las anunciadas protestas obligaron a que las autoridades ordenaran el despliegue de unos 30.000 policías para garantizar el transporte, vía ferrocarril, de seis llamados "castores", los contenedores blindados con los desechos atómicos. En la localidad de Luneburgo, en el norte de Alemania, más de 10.000 activistas demandaron que sea cancelado el transporte de desechos nucleares alemanes procedentes de la planta de reprocesamiento de La Hague en Francia, previsto para mañana.
También en la frontera entre Francia y Alemania, a la altura de la ciudad de Kehl, un millar de alemanes y franceses salieron a las calles para protestar contra el transporte de la carga altamente radiactiva. Los manifestantes en Luneburgo anunciaron que bloquearán con sentadas las vías ferroviarias para impedir la llegada del tren al depósito provisional ubicado en Gorleben, unos 150 kilómetros al este de Berlín.
Advertencia del gobierno
Las autoridades han advertido que no tolerarán las protestas, para lo cual ha sido desplegado un espectacular operativo de seguridad en el que participan unos 30.000 policías encargados de velar por la seguridad de los seis contenedores blindados con los desechos atómicos.
La población de la zona de Gorleben apoya masivamente las protestas. Numerosas iglesias comunicaron ayer que alojarán a los manifestantes en vista de que han sido prohibidos los campamentos en las inmediaciones. También los alumnos de un colegio de la zona tomaron el gimnasio del establecimiento para dar refugio a los activistas antinucleares.
Las protestas, convocadas por organizaciones antiatómicas, iniciativas vecinales, organizaciones ambientalistas como Greenpeace y parte del partido oficialista de Los Verdes, se han convertido en un abierto desafío a la política nuclear del ministro de Medio Ambiente, Juergen Trittin.
El ministro del Partido de Los Verdes, que en el pasado había participado en las manifestaciones contra los transportes nucleares, defiende ahora la autorización de este transporte alegando que las condiciones han cambiado en Alemania después de el gobierno y la industria atómica llegaran el año pasado a un acuerdo para abandonar en un plazo de 32 años la energía nuclear como fuente energética.
El último transporte de desechos nucleares llevado a cabo hace cuatro años durante la gestión de Helmut Kohl acabó en violentos enfrentamientos entre manifestantes y policías.
Los costos del operativo de seguridad de la policía son los más caros del país en la posguerra y superan, según los cálculos oficiales, los 110 millones de marcos (unos 55 millones de dólares).
La Ciudad
