Ciudad de México. - El subcomandante Marcos, líder de la guerrilla zapatista mexicana, dijo en una entrevista con el escritor y premio Nobel, el colombiano Gabriel García Márquez, que la búsqueda de la paz en el sureño estado de Chiapas se ha convertido sólo en una "carrera de popularidad" del presidente mexicano, el conservador Vicente Fox. El polémico líder guerrillero, quien encabezó el levantamiento armado de los zapatistas hace siete años en Chiapas para buscar mejores condiciones de vida para los indígenas, señaló que las invitaciones de Fox para reunirse con él sólo son intentos del mandatario por estar presente en los medios. "Lo que él está diciendo es que quiere su parte del pastel mediático, porque no se ha convertido esto en un proceso de diálogo y negociación, sino en una carrera de popularidad", manifestó.
Frente a las perspectivas de reanudar conversaciones con el gobierno, suspendidas desde 1996, señaló que "un proceso de diálogo y negociación no tiene éxito si las partes no renuncian a vencer" porque de lo contrario "el terreno de la confrontación militar se está trasladando a la mesa". "Hay que construir una salida que signifique la victoria para los dos, y en el peor de los casos, que signifique una derrota para los dos", añadió.
"Sólo quiere la foto"
Marcos señaló que sólo estaría dispuesto a reunirse con el presidente de México, Vicente Fox, si él se responsabilizara del proceso de diálogo hasta el final, lo cual no podría ocurrir porque "entonces quién va a gobernar el país?", se preguntó. Según el líder rebelde, Fox sólo quiere la foto para tener "su parte del pastel mediático", cuando lo que se necesita es un verdadero diálogo entre los zapatistas y un comisionado de paz. "El reto es que no sólo tenemos que construir la mesa, sino que tenemos que construir al interlocutor. Tenemos que construirlo como un hombre de Estado y no como un producto de la mercadotecnia". "El diálogo significa simplemente acordar las reglas para que la disputa que se da entre ellos y nosotros sea en otro terreno. Lo que está en la mesa del diálogo no es el modelo económico. Lo que está en juego es cómo nos vamos a disputar eso", indicó. "Lo que la mesa tiene que construir es que este pasamontañas salga con dignidad y que ni yo ni nadie tenga que regresar a llenar esto de parafernalia militar".
El estratega militar del EZLN, que se alzó en armas en 1994 en el suroriental estado de Chiapas, señaló que el gobierno de Fox y los zapatistas se manejan con distintos tiempos. Indicó que Fox usa un reloj de los que se utilizan para controlar la hora de ingreso de los empleados, mientras que el EZLN se maneja con un reloj de arena. "Tenemos que entender, él y nosotros, que tenemos que construir otro reloj de común acuerdo y que ese es el reloj que va a marchar el ritmo del proceso de diálogo y finalmente el de la paz".
Para el líder insurgente, los zapatistas, que están desde hace dos semanas en Ciudad de México sin armas y con pasamontañas, se encuentran en territorio ajeno, pese al apoyo brindado por la sociedad civil. "Estamos en el terreno de ellos, el de la sede del poder político, donde la clase política está en el medio en donde se desarrolla", dijo. "Estamos con una organización perfectamente ineficaz a la hora de hacer política, al menos esa política. Somos torpes, balbuceantes y con buena voluntad".
Marcos consideró acertada la decisión del EZLN de dejar las armas para su movilización hacia Ciudad de México, al indicar que el respaldo social que tiene el grupo insurgente se debe precisamente a que dejó de lado la opción militar propia de un ejército. "La E de la sigla queda empequeñecida, con las manos amarradas, de tal forma que para nosotros no sólo no significa una carga movilizarnos sin armas, sino que en cierto sentido también es un alivio".
Señaló además que hacer la guerra es más fácil que construir la paz, pero indicó que la salida militar sería un fracaso para su movimiento. El diálogo "no es fácil, era más fácil la guerra. Pero con la guerra lo que es irremediable es mucho mayor. En la política siempre se puede remediar", indicó Marcos en una entrevista, que publicó ayer el diario mexicano Reforma. Según el estratega militar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que se encuentra en la capital mexicana para dialogar con el Congreso, si el grupo insurgente "se perpetúa como una estructura armada militar, va al fracaso".
Al explicar las razones para mantener su rostro cubierto por un pasamontañas, bromeó diciendo que es "un dejo de coquetería", al tiempo que refrendó su gusto por la lectura de textos como "El Quijote", "Hamlet" y "Macbeth", que consideró "la mejor forma para entender el sistema político mexicano en su parte trágica y en su parte cómica". "En los ejércitos de antes, el militar aprovechaba el tiempo para limpiar su arma y rehacerse de parque. En este caso, como nuestras armas son las palabras, tenemos que estar pendientes de nuestro arsenal a cada momento".