Año 49.067
 Nº CXXXIV
Rosario,
domingo  25 de
marzo de 2001
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El regreso
El impacto en las cuentas provinciales
Mercier, ministro de Hacienda, dice que la provincia está preparada para un modelo ortodoxo o heterodoxo

El hecho de que Santa Fe haya encarado el ajuste de sus cuentas a tiempo, pone a la provincia en una situación de privilegio respecto a otros estados provinciales, ya sea bajo el esquema de un modelo ortodoxo o heterodoxo en materia económica, según el ministro de Hacienda santafesino, Juan Carlos Mercier. Que Domingo Cavallo haya anticipado que no quiere conflictos con las provincias y que respetará a rajatabla el pacto fiscal firmado a fines de 2000 le da un plus de tranquilidad a Mercier para encarar "la etapa Cavallo" al frente de Economía.
Aunque muchas medidas en concreto aún no se dieron a conocer, la intención de Cavallo de reducir un 20 % los costos empresarios ponen en la picota a los llamados impuestos distorsivos, como ingresos brutos y sellos. No sería nada nuevo para la administración provincial, ya que desde el año pasado viene funcionando una mesa de armonización fiscal que reúne a la Nación y las provincias trabajando en esa dirección.
Si Cavallo no quiere entrar en colisión con los gobernadores surge que seguramente habrá fórmulas de compensación mediante la coparticipación de otros impuestos. En los días previos a que el ministro diera a conocer las primeras perlas de su paquete se barajó la posibilidad de convertir a ingresos brutos en un impuesto a la venta final, con lo cual se transformaría virtualmente en un IVA provincial.
Al respecto, Mercier se mostró cauto y prefirió no opinar sobre supuestos, aunque, recalcó a modo de advertencia que "el desencadenante de la fugaz presencia de López Murphy en el gobierno radicó en que no respetaba el acuerdo básico de las provincias", con lo que deja en claro que cualquier modificación en los actuales esquemas de recaudación y flujo de fondos en las provincias será materia de una discusión.
Como la receta de Cavallo va por el crecimiento y la reactivación, según quedó expresado a través de la ley de competitividad que el jueves último apoyó Diputados, Mercier confía en que no habrá propuestas que traigan aparejada más recesión."Creo que instrumentará una política con aranceles y reembolsos múltiples, con incentivos tributarios y manejo de desregulación del campo laboral y previsional lo que llevaría a una reducción de costos en los productores de bienes y servicios transables que compense el sobrecosto que tenemos en el tipo de cambio", indicó. En un intento por definir qué debe privilegiarse en el manejo de la economía argentina, Mercier señaló: "La imaginación es más importante que el conocimiento".
Al respecto, dijo que Cavallo cuenta con la osadía y la creatividad suficientes como para encarar los problemas del país, pero no se atrevió a arriesgar un resultado de esa gestión: "Lo de Cavallo es heterodoxia pura y sólo la experiencia dirá si es exitoso o no", señaló.
En tanto, el ministro se jacta de que gracias a "haber hecho los deberes" Santa Fe es una provincia a prueba de cualquier modelo, "potencialmente apta para insertarse en uno u otro".
En relación al tema excluyente de debate entre la administración provincial y la nacional: la transferencia de fondos hacia los estados provinciales, el ministro santafesino fue contundente: "A la provincia le importa que se le respeten los acuerdos". Mercier se refiere al cumplimiento del pacto fiscal federal firmado en el 2000 con el gobierno nacional y en el que se decidió un tope a los gastos de los estados provinciales en los niveles de entonces y la transferencia de un monto fijo a las provincias de la Nación.
Con este acuerdo, la Nación intentó garantizarse un ordenamiento en el marco de una crisis política importante y una rigidez monetaria difícil de sortear. Desde entonces, según mencionó el ministro santafesino, el "único responsable del recupero de la confianza es el gobierno nacional".
Al hablar de este tema, Mercier se apura en distinguir la situación de Santa Fe de la de otras provincias. Santa Fe, puso en marcha hace más de un año un ordenamiento de sus cuentas fiscales a través de la denominada ley de emergencia que recortó gastos y redujo haberes en la administración pública. "En el último año de la gestión de Menem y en toda la gestión de De la Rúa, hubo una manifiesta impotencia del gobierno para reducir el gasto, y eso también sucedió en muchas provincias. Hay quienes hicieron las cosas bien y quienes no...", explica Mercier, haciendo una pausa que indica de qué lado pone a su provincia.
El ministro agrega, sin vueltas, que "hay provincias que apuestan a recaudar más y no a bajar el gasto y cuando no se les da las cosas se le complica mucho más".
Por eso destaca como un éxito el hecho de haber puesto en "orden" las cuentas santafesinas ya que esa situación le asegura a la provincia un buen funcionamiento tanto en un modelo ortodoxo (como el que pensaba aplicar el renunciante Ricardo López Murphy) como en un modelo heterodoxo como el que pregona Cavallo. El ministro se muestra relajado por contar con esa "ventaja", aunque no oculta su preocupación por el resultado que puedan tener las medidas elegidas por el titular de Hacienda.
"Dios quiera que funcione", es la frase "poco económica" que elige para dar su parecer sobre cuál puede ser el futuro del país a partir del regreso del ex ministro de Carlos Menem al manejo de la economía.
Le esquiva a la pregunta de qué hubiese hecho él en estas circunstancias de la economía del país si le tocara estar en el lugar en el que hoy está Cavalllo, pero admite que el designado ministro de Economía es quien goza con "mayor prestigio internacional gracias a haber combatido la hiperinflación, aunque podamos compartir su estilo o no".
Respecto al lugar preponderante que se le dio a Cavallo en las últimas semanas, Mercier coincide en parte con el gobernador Reutemann sobre lo desventajoso de poner todas las expectativas en una sola persona (lo que Lole describió como la Cavallodependencia) pero aclara que quien presentó al ministro de Economía como el salvador fue el gobierno nacional. "
Cree que aunque el camino de Cavallo no es convencional, señala: "Nadie puede decir por esta vía no he de llegar".


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