Año 49.067
 Nº CXXXIV
Rosario,
domingo  25 de
marzo de 2001
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Dijo que De la Rúa tiene un liderazgo "soft"
Zuleta Puceiro: "Al presidente lo alivia que Chacho no esté en el gobierno"
El titular de la consultora Ibope admitió que el actual jefe del Estado será el más débil de la historia

Mauricio Maronna

"Fernando de la Rúa será el presidente más débil de la historia hasta el final de su mandato", sentencia el sociólogo Enrique Zuleta Puceiro, quien, sin embargo, cree la personalidad del jefe del Estado le permitirá sobrevivir a ese escenario. "No creo que De la Rúa tenga un liderazgo menoscabado; creo que es un liderazgo diferente, parecido al de (José María) Aznar o al de Jordi Pujol en España, son liderazgos soft", sorprende el titular de la consultora Ibope.
En una entrevista con La Capital, Zuleta dio algunas claves para entender la agitada vida política de la Argentina y sorprendió con su interpretación sobre la crisis que afecta al gobierno: "El presidente no se siente cómodo con los economistas del radicalismo, aceptó a Machinea porque le permitía mantener las formas. El prefiere a López Murphy, Solanet o Cavallo. No comparto la imagen de los que ven a un De la Rúa renunciante".
-¿Cómo se explica el giro a la derecha que dio el gobierno?
-Los presidentes ganan las elecciones por izquierda pero después gobiernan por derecha. La realidad desborda las primeras etapas del ciclo, los quince meses iniciales en que los presidentes se rodean de los mismos hombres que participaron de la campaña electoral. Le pasó a Alfonsín, a Menem y ahora a De la Rúa. A la lógica de la democracia le sigue la lógica de la emergencia; a la promesa de la horizontalidad, la transparencia, el consenso y la participación le sucede el equipo económico que reclama crédito político, el todo o nada, el "se callan o me voy". Alfonsín, Menem y De la Rúa iban hacia una derrota electoral e invirtieron en equipos económicos que estaban afuera de la política. Si tiene éxito, De la Rúa ganará las elecciones legislativas sobre la base de un crédito muy condicionado.
-¿Por qué es condicionado?
-Aun ganando, la Alianza perderá entre seis y diez diputados, ya que renueva a los elegidos en la extraordinaria elección del 97. Y el peronismo, conservando todavía una sólida minoría, perderá los dos tercios. Esto ratificaría una situación de gobierno dividido. Con este escenario, De la Rúa será el presidente más débil de la historia hasta el final de su mandato.
-Usted alínea a los tres últimos presidentes constitucionales como si tuviesen personalidades afines. Sin embargo, está muy cuestionada la capacidad de liderazgo de De la Rúa en relación a sus antecesores.
-Esto es muy importante, clave para entender lo que se viene. No creo que De la Rúa tenga un liderazgo menoscabado; creo que es un liderazgo diferente, parecido al de (José María) Aznar o al de Jordi Pujol en España, son liderazgos soft. Tienen una estrategia de flotación que apunta, más que a una conducción política tradicional, a una especie de administración de la gobernancia. El presidente acolchona conflictos, administra contradicciones y dura. Aznar, en su primer mensaje a los ministros, dijo: "El primer deber de este gobierno es sobrevivir". Es el esquema con el que trabaja De la Rúa desde siempre, es el estilo que más le cuadra.
-¿Pero en el actual contexto no es una debilidad?
-Yo diría que es una fortaleza. Ni Alfonsín ni Menem hubiesen aguantado un juego de estas características. Ellos habrían planteado dos veredas: "O están conmigo o están sinmigo". De la Rúa siempre se las arregló con un 30 por ciento de apoyo.
-¿Que el "salvador" sea Cavallo, quien tiene pretensiones presidenciales, no altera los antecedentes?
-De la Rúa piensa que Cavallo es la mejor alternativa posible. No le gustan las políticas promotoras, y por eso jamás le gustaron las propuestas de Chacho Alvarez ni de Terragno. De la Rúa siente alivio de que Alvarez no esté en el gobierno. Cavallo y De la Rúa, son funcionales . El presidente no se siente cómodo con los economistas del radicalismo, aceptó a Machinea porque le permitía mantener las formas. El prefiere a López Murphy, Solanet o Cavallo. No comparto la imagen de los que ven a un De la Rúa renunciante...
-¿Y cómo explicaría tantas cavilaciones?
-Es el estilo De la Rúa. Se maneja con herramientas distintas. No está claro que la Argentina sea un país presidencialista, estamos más cerca de cosas cercanas al parlamentarismo. Fracasó el gobierno Terragno, el gobierno Colombo y ahora está el gobierno Cavallo.
-Hay datos que parecen contradecir lo que usted sostiene sobre la preferencia de la sociedad hacia este tipo de liderazgo. De la Rúa cayó en las encuestas y subió Ruckauf. Además, se instaló la imagen de Cavallo como "superministro".
-Cavallo siempre tuvo un prestigio de hacedor, pero, a la hora de los votos nunca cosechó más del 10 por ciento. A De la Rúa le gusta flotar y tener un primer ministro exitoso. Igual que Menem, quien trabajaba seis horas diarias, como Ronald Reagan. De la Rúa trabaja ahora mucho menos que aquellas 14 horas por jornada. Los que tienen celos de Cavallo son los entornos, pero no De la Rúa. El carisma de De la Rúa es distinto al de Alfonsín y Menem, quienes prometían reconstruir la Argentina. De la Rúa no viene a reconstruir nada, no promete nada, lo único que dijo en la campaña fue: "Somos más". A la Carta a los Argentinos siempre trató de ponerla a un costado.
-¿Qué futuro tiene Reutemann como presidenciable?
-El liderazgo de Reutemann está muy adaptado a lo que quiere la sociedad moderna. Cuando, en el colmo del clímax, Duhalde critica a De la Rúa diciendo: "Le gusta navegar en aguas tranquilas", se está equivocando gravemente. A la sociedad le gusta navegar en aguas tranquilas. Reutemann, como De la Rúa, es del tipo de líderes que ganan debates sin hablar, con mohínes o gestos. Es difícil interpretarlo, pero la gente quiere a estos políticos.
-¿Lo sorprende la caída de Alvarez?
-Chacho es un gran táctico, pero cometió errores estratégicos muy profundos. Alvarez sustenta una concepción de los partidos demasiado audaz. Los partidos tienen más fuerzas que la pensada y operan todo el tiempo. Las grandes promesas políticas del Frepaso están incumplidas.


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