El escritor español Antonio Muñoz Molina presentó esta semana en Madrid su nueva obra, "Sefarad", una "novela de novelas" basada en un entramado de narraciones vinculadas con el exilio, la persecución y la exclusión, que sobre todo narra "el modo en que alguien puede ser forzado a ser nadie".
Muñoz Molina señaló que "Sefarad" (Alfaguara) tiene un contenido histórico fuerte -y de hecho hay numerosos protagonistas públicos como Franz Kafka o Primo Levi- y toca temas políticos, pero aclaró que es un "artificio literario" y no un "panfleto en el sentido noble de la palabra", ni una obra histórica en sentido estricto.
"Una novela es el relato de una vida", añadió el autor de "Plenilunio", y en el caso de "Sefarad" surgió a partir de una historia que le habían contado y que fue entrelazando poco a poco con otras, de personajes reales y ficticios, hasta que el cansancio pudo más y la dio por terminada.
"Pero el efecto que me gustaría provocar es que el lector siguiera buscando y siguiera encontrando historias, en otras personas y en sí mismo", expresó el académico nacido en Ubeda en 1956.
La novela está llena de inmigrantes, y hay una presencia muy fuerte de aquel que llega a una tierra extraña, señaló Muñoz Molina. "Desde el momento en que el libro trata de la forma en que alguien puede quedarse sin identidad, tiene forzosamente que tratar de eso. Y tiene que estar presente ese ejercicio que los españoles no estamos acostumbrados a hacer pero que creo que es muy importante y que va a ser muy educativo, que es ponernos en el lugar del otro (...) advertir esa diferencia, y aceptarla", dijo.
Españoles en el exilio
El narrador de "Carlota Fainberg" recordó la gran cantidad de españoles que tuvieron que emigrar por la Guerra Civil y luego por los problemas económicos del país, y dijo que le gustaría que el libro sirviera para debatir la relación hoy de España con sus inmigrantes, recordando esa historia propia que muchas veces se olvida.
"También está el inmigrante que se convierte en tal sin moverse de su casa", añadió, por una ley o una decisión que de pronto lo excluye. Como ocurrió con los judíos bajo el nazismo o en la ex Yugoslavia. "El modo en que alguien puede ser forzado a ser nadie", ratificó.
"Lo que intenta ser es como un testimonio literario de ese fenómeno tan propio del siglo XX pero que también ha sido de otra época y que seguramente va a serlo del siglo XXI", del modo en que "uno puede creerse alguien y descubrir que no es lo que cree que es, sino lo que otro piensa que es", explicó.
Para Muñoz Molina, la única patria posible es la ciudadanía, no el derecho de la sangre ni una supuesta cultura natural y eterna. Las comunidades deben fundarse en base a un acuerdo racional que los lleve a resaltar lo que los une por encima de lo que los separa. "No se puede construir una convivencia sobre la base de identidades rígidas", aseguró.
"Yo creo que cuando se produce el exilio quien pierde es el país del que se va la gente, y quien gana es el que la recibe. Entonces, cuando circulan libremente los capitales pero no las personas, algo raro ocurre", concluyó el autor que está casado con la guionista y también novelista Elvira Lindo.