Villa Constitución. - Después de cuarenta años de reclamos por parte de la comunidad villense y una interminable serie de episodios que en los últimos años demoraron la ejecución de la obra, el gobierno provincial finalmente adjudicó los trabajos para solucionar la evacuación de los efluentes cloacales. Se financiará con recursos provenientes del Fondo de Emergencia Social, y el plazo de ejecución está previsto para tres meses.
La obra, adjudicada a la empresa Construcciones Industriales y Civiles, y que demandará una erogación apenas superior a un millón de pesos. Consiste en extender mediante un sistema de cañerías y bombeos la actual desembocadura de los líquidos cloacales, que se vuelcan en un brazo inactivo del arroyo Pavón, hasta el arroyo Correntoso.
De esta manera, y aunque todavía resta que el gobierno provincial resuelva la adjudicación de otra licitación pendiente para dragar los fangos contaminados del Pavón, la obra sería el principio del fin de la grave contaminación que registra ese curso de agua y que afecta directamente a miles de pobladores ribereños.
Luego del fracaso de un par de llamados a licitación, la provincia convocó el año pasado a una licitación privada para adjudicar la obra. Pese a que la apertura de las propuestas tuvo lugar el 28 de febrero del año pasado, una serie de impugnaciones y contratiempos volvió a demorar la adjudicación, que finalmente se concretó en estos días. Para ello, el gobierno debió ampliar su presupuesto inicial de 872 mil pesos y extenderlo a 1.024.000 pesos.
Los trabajos se agrupan en cinco rubros: tramo por gravedad; estación elevadora; impulsión en área urbana; impulsión en área anegable y obra de descarga. También se destacan los ítems de excavación de zanjas para colocación de cañerías, con un volumen aproximado de 5.000 m3 de movimiento de suelo; provisión e instalación (en área urbana y anegable) de 2.900 m de cañerías, de diámetro 500 mm; provisión e instalación de cuatro electrobombas sumergibles; la construcción de la cámara del pozo de bombeo de la estación elevadora y, diez cámaras de acceso o inspección.
Se plantea la ejecución de una cañería, en su mayor parte por impulsión, cuyo objetivo es alejar del cauce inactivo del Arroyo Pavón los volúmenes que egresan de la planta de tratamiento de efluentes cloacales descargándolos en el arroyo Correntoso.
"Esta obra ha sido una de las más reclamadas históricamente por la población villense, y por eso el gobernador Carlos Reutemann decidió tomar en sus manos el problema y, tras superar los contratiempos originados en las distintas licitaciones, finalmente podemos anunciar con satisfacción su realización", señaló Cané.
"Respecto de la licitación de la obra faltante, que es el dragado de los fangos contaminados -añadió el legislador-, ya había sido adjudicada, pero la empresa ganadora tuvo problemas y no se pudo hacer cargo. El expediente está ahora en manos del gobernador, que decidirá cómo resuelve la cuestión".
Un problema de cuarenta años
El problema del arroyo Pavón se generó en el año 1961, cuando una inusual crecida del curso de agua desvió su cauce natural. Según recordó el dirigente ambientalista local José Bodrero, del Centro Ecologista Renacer, "cuando la situación volvió a su normalidad la mano del hombre comenzó a aprovechar este nuevo curso y paralelamente procedió a taponar con diversos elementos el cauce natural. Posteriormente -añadió- se construyó un precario puente y un taponamiento consolidado que se halla en la mitad del curso del arroyo. Los mencionados obstáculos impiden totalmente el paso de agua hacia el Paraná".
"Las piletas recolectoras de los desagües cloacales -agregó- lanzan sus efluentes al cauce seco, quedando tales lodos a cielo abierto produciendo la generación de bacterias que se incorporan por contacto directo o indirecto. Todo ello transforma la zona en un lugar de alto riesgo, y en épocas de bajante pone en peligro la salud de los habitantes".
El foco contaminante en que se ha convertido el brazo inactivo del Pavón está a escasos mil metros del casco céntrico de Villa Constitución. Se trata de una zona densamente poblada donde más de dos mil personas viven a la vera del arroyo, entre ellos una gran mayoría de niños que ya han sido víctimas de diversas afecciones.
La Ciudad
