México. - Como un gesto de buena voluntad, el presidente mexicano Vicente Fox cumplió ayer con las tres señales exigidas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (Ezln) para reanudar el diálogo de paz al anunciar la liberación de cinco zapatistas presos y el desmantelamiento de una base militar en Chiapas. Al regresar de un viaje por California, el mandatario confirmó el indulto a uno de los zapatistas, el retiro de cargos para dos más y el beneficio de libertad anticipada para dos restantes, y anunció también que "está en marcha la liberación de todos los presos federales vinculados al Ezln".
El presidente anunció además que ya se replegaron los soldados que se encontraban en La Garrucha, una de las siete posiciones militares en Chiapas (sur de México) cuyo desmantelamiento exigía el Ezln. Fox, además firmó un decreto para que las dos bases restantes, Río Euseba y Guadalupe Tepeyac, se transformen en "centros de desarrollo para las comunidades indígenas. Con estas dos acciones damos cabal cumplimento al repliegue de siete campamentos militares y se crean condiciones para avanzar en el combate a la marginación y aislamiento de los pueblos indígenas", declaró el presidente.
Zapatistas al Congreso
En tanto, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y los legisladores comenzaron a discutir los detalles del encuentro que un representante de la guerrilla sostendrá con los congresistas para promover, desde la tribuna parlamentaria, el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas. Los zapatistas, que estaban a punto de regresar a Chiapas sin dialogar con los parlamentarios, aceptaron el jueves por la noche una nueva propuesta de la Cámara de Diputados para que un representante rebelde intervenga, desde la tribuna, en una reunión de las comisiones que analizan la ley indígena y a la que podrán asistir todos los legisladores que lo deseen. El encuentro en el que el subcomandante Marcos será el orador se realizaría el martes próximo.
Desde la tribuna de la Cámara de Diputados, los rebeldes podrán ser escuchados por los 500 diputados y los 128 senadores que deseen asistir y por comisiones legislativas responsables de analizar la iniciativa de ley indígena. La invitación a los zapatistas fue producto de un acuerdo legislativo aprobado, tras un debate en la Cámara baja, por 220 votos a favor, 210 en contra y siete abstenciones.
El orador principal por los rebeldes será el subcomandante Marcos, uno de los 23 líderes de la guerrilla que llegaron a la capital mexicana para convencer a los legisladores de "las bondades" de una ley indígena, cuya iniciativa envió Fox el 1º de diciembre al Senado y que recoge muchas de las demandas del Ezln cuando se levantó en armas hace más de siete años.
La aprobación de la ley, junto con la liberación de todos los zapatistas presos y el repliegue militar de siete posiciones que rodean los enclaves rebeldes en Chiapas, han sido las condiciones demandadas por los zapatistas para reanudar las conversaciones de paz con el gobierno, que suspendieron en 1996.
Los zapatistas advirtieron que permanecerán en la capital de México para continuar su lucha por la paz y aceptaron una propuesta para defender los derechos y la cultura indígena ante legisladores. "Parece que la puerta del diálogo empieza abrirse", expresó Marcos la noche del jueves en conferencia de prensa fuera de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, donde su contingente pernocta.
El subcomandante agregó que si no hay trucos, el Ezln se presentará en el Congreso para promover el reconocimiento constitucional de los derechos y la cultura de los pueblos indígenas. Fue un último esfuerzo para salvar el proceso de paz del sureño Estado de Chiapas que los legisladores aprobaron el jueves, por estrecho margen, una medida que requería que por lo menos 100 miembros del Congreso de 682 escaños estuvieran presentes cuando los rebeldes expusieran su caso.
Aunque los rebeldes aceptaron la oferta de hablar ante los legisladores, rechazaron una vez más la invitación para una reunión con el presidente Vicente Fox, señalando que todavía no se han cumplido las condiciones para reanudar el diálogo con el gobierno. "Nosotros tenemos voluntad de diálogo verdadero y de llegar a la paz pronto", expresó el también enmascarado comandante Zebedeo, e hizo hincapié en que los zapatistas desean empezar el diálogo una vez que sus condiciones hayan sido cumplidas.
Además de la ley, los rebeldes desean que todas las bases militares en Chiapas sean cerradas y que todos los simpatizantes de los zapatistas, que actualmente están en prisión por cargos federales, sean liberados.
La Ciudad
