En Argentina existen 25 focos de aftosa y otros 28 casos bajo sospecha en seis provincias, reconoció ayer el interventor del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Héctor Salamanco, quien no descartó que, según la evolución de la enfermedad, pueda extenderse la vacunación antiaftósica al ganado de todo el país.
De esos focos, 18 están ubicados en la provincia de Buenos Aires, dos en La Pampa, dos en San Luis, dos en Santa Fe y uno en Córdoba. En tanto, los casos sospechosos se localizan 24 en Buenos Aires, y Córdoba, Santa Fe, San Luis y La Pampa tienen uno cada una.
Los datos fueron suministrados en una conferencia de prensa ofrecida ayer por la tarde por Salamanco junto al subinterventor del Senasa, Alfredo Bigatti, como expresión de la "transparencia" que se imprimirá a la información sobre la aftosa para recuperar la credibilidad internacional del organismo sanitario argentino.
Los focos de la aftosa en Santa Fe fueron localizados en departamento de General López, donde el gobierno provincial viene vacunando desde hace más de 20 días, según indicó Oscar Aloatti, secretario Agricultura santafesino.
"Mantendremos en Internet un sistema de información epidemiológica y de alerta sobre aftosa abierto y transparente ante el cual se podrán denunciar nuevos casos y consultar el cuadro de situación los interesados del país y del exterior", aseguró Salamanco.
El funcionario indicó que los cambios del gabinete nacional no afectan a la intervención del Senasa porque fue "designada por el presidente Fernando de la Rúa", al tiempo que abogó por poner al programa sanitario y a sus ejecutores "bajo un paraguas protector" que los mantenga al margen de los vaivenes políticos.
Salamanco indicó que el objetivo prioritario de la intervención, cuya extensión está prevista hasta el 31 de diciembre próximo, es "construir un sistema sanitario con la armónica participación del Estado" y el sector privado que no esté sometido a los avatares políticos".
Por su parte, la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) informó ayer en París que las autoridades argentinas confirmaron la presencia de siete focos de aftosa e informaron que existen otros 24 casos "sospechosos". La OIE publicó la síntesis de los informes electrónicos enviados entre el 13 y 16 de marzo por el ex vicepresidente del Senasa, Eduardo Grecco.
La entidad de certificación sanitaria internacional indicó que los focos se localizaban en el partido de Rivadavia (Buenos Aires) y en los departamentos de Cahapaleufú (La Pampa), Unión (Córdoba), General López (Santa Fe) y Gobernador Dupuy (San Luis).
En tanto, Aloatti señaló que a lo largo de marzo en la Secretaría de Agricultura provincial recibió denuncias también del departamento de San Cristóbal y Capital -sobre el río Salado-, aunque explicó que esto no significa que allí existan focos.
El funcionario manifestó que el proceso de vacunación, que desde principios de mes se realizan en los departamentos de General López y Caseros, continuarán por el rodeo lechero y en los terneros en general, una vez que comiencen a llegar el millón de vacunas semanales comprometidos por el Senasa.
Uruguay cierra la puerta
El ministerio uruguayo de Ganadería y Agricultura prohibió ayer temporalmente las importaciones de alimentos de origen argentino y destinados al consumo animal, como forma de prevenir el eventual reingreso de la fiebre aftosa.
La medida afecta en particular al maíz y sus derivados y a la semilla de algodón, que estaban siendo comprados en grandes cantidades por los productores uruguayos que se dedican a la cría de ganado lechero.
Es una disposición más severa incluso que la recomendada por la OIE, que obliga al almacenamiento de los productos durante 90 días y el sometimiento a determinados controles fitosanitarios.
El director de Sanidad Animal, Hipólito Tapié, declaró que la prohibición se mantendrá hasta que no se conozca más en detalle la verdadera situación que se padece en Argentina.