cartas

Los animales del zoo

El problema que generan los escasos animales salvajes que quedan del antiguo zoológico y que se hallan recluidos en jaulas que no les permiten el más mínimo ejercicio merece una pronta y humanitaria solución. En caso de no ser factible el emprendimiento por nuestra Municipalidad, deberán ser cedidos a quien les pueda brindar una vida de semilibertad. Pienso en el foso de los leones del zoológico de Buenos Aires. En menor escala, por cierto, y con el sencillo recurso de una retroexcavadora se podría proporcionarles un hábitat razonable a estos animales. Por favor olvídense de la licenciada Linaro que con su ignorancia de la psicología animal -que es esencial para su vitalidad- le quitó al oso Fidel la compañía de su adiestrador, y lo confinó en una jaula en la cual, al poco tiempo, murió de tristeza.
Alberto E. Navarro