Una vecina del sector 05 del barrio Alejandro Gutiérrez de Venado Tuerto, Carmen Véliz, admitió que "los problemas se agravan cuando llueve mucho o se inunda ya que los pozos ciegos colapsan y el agua se entremezcla con la que se extrae de los bombeadores". La mujer resaltó que "cuando los pozos son profundos es peor porque es la misma napa que la de los resumideros". Esto tiene que ver con que a mayor profundidad, menor es el peligro bacteriológico de extraer agua para consumo humano aunque, como contrapartida, a esos niveles los porcentajes de arsénico suelen estar por encima de la media permitida. Lo cierto es que el problema de la falta de agua potable -un bochorno en una ciudad como Venado Tuerto- afecta a todos en alguna medida, pero mucho más en los sectores pobres. "Como un latigazo a la dignidad humana", según graficó Ricardo, un vecino del lugar. Un problema que, más allá de la dignidad, pone en riesgo la salud misma de la gente. Ser pobre en Venado es no tener con qué comprar agua envasada. "Por más barata que sea, nadie tiene un mango para eso en este lugar", agregó Ricardo, resignado ante la situación que indica que, hasta tanto no se resuelva esta falencia, cientos de personas como él no tendrán otro destino que envenenarse de a poco.
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