Con un segundo tiempo de buen nivel, Almagro aprovechó el mal momento de Boca Juniors y se llevó un merecido triunfo por 1 a 0, en un partido jugado en la cancha de Ferro Carril Oeste, y de esta manera alimenta sus chances de quedar en primera. El gol del equipo dirigido por José Luis Brown y Héctor Enrique fue convertido por el delantero Maximiliano Bevacqua a los 34' del segundo tiempo, luego de aprovechar un fallido cierre de Nicolás Burdisso.
De este modo, el conjunto de José Ingenieros logró un histórico triunfo sobre Boca -jugó con diez jugadores desde los 38' del primer tiempo por la expulsión de Serna-, ya que no lo vencía desde 1938, en su última excursión por el fútbol grande.
Los primeros 25 minutos del partido fueron discretos y anodinos, Juan Román Riquelme no podía amigarse con la pelota y Boca no funcionaba, mientras que Almagro seguía al pie de la letra el planteo mezquino dispuesto por sus técnicos.
Pero todo cambió cuando Riquelme frotó la lampara y dibujó una jugada espectacular en el área, tras recibir de Marcelo Delgado, aunque su definición fue imprecisa, ya que remató por encima del travesaño.
Ese llamado de atención pareció despertar a Almagro, que comenzó a sacar rédito del contraataque, sustentado en la velocidad de Stalteri y Bevacqua.
A los 34', el colombiano Brahaman Sinisterra alertó al hasta entonces tranquilo Oscar Córdoba con un remate violento desde el sector izquierdo, que pasó muy cerca del arco de Boca. Esa jugada detonó la ira de Serna, quien protestó airadamente una jugada peligrosa de su compatriota y vio por primera vez el cartón amarillo, a los que se sumaron Pérez y Burdisso.
El equipo de José Ingenieros aprovechó el desconcierto xeneize y generó la jugada más peligrosa, luego de que Bevacqua, en una gran maniobra personal, estrellara su remate de derecha en el palo derecho de un atónito Córdoba.
Luego de ese susto, Serna siguió protestando y fue nuevamente amonestado, por lo que debió irse prematuramente a los vestuarios, complicando aún más el panorama de su equipo.
Sin embargo, Boca pudo irse al descanso en ventaja después de que el juvenil Esteban Herrera reventara el travesaño de Grosso con un potente derechazo.
En la segunda parte, Almagro aprovechó al máximo la diferencia numérica y apoyó su juego en el despliegue de Sinisterra, quien se cansó de desbordar por la izquierda para enviar peligrosos centros al área defendida por Córdoba.
Asi fue como Stalteri, tras dos desbordes del lateral colombiano, tuvo sendas oportunidades para desequilibrar el marcador, aunque la falta de puntería se lo impidió.
Pero a los 34', un error de Burdisso ante un nuevo centro de Sinisterra encontró a Bevaqcua, quien sólo debió empujar la pelota al fondo del arco para desatar la alegría descontrolada e inesperada de sus hinchas.
Boca quedó groggy tras la conquista del ex San Lorenzo y sin Riquelme -reemplazado por Walter Gaitán- no pudo hacer nada para torcer la historia.
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La Ciudad
