Oscar Lehrer
El triunfo ante Náutico Hacoaj cambió las caras de todos los jugadores del plantel de Rosario Central, donde el ánimo era totalmente distinto al de los cuatro partidos anteriores, cuando perdieron tres juegos como visitantes y el restante en el Cruce Alberdi. La victoria (segunda en la presente temporada fuera de Rosario) y la forma cómo se consiguió (en el cuarto final remontaron una diferencia de nueve puntos y ganaron el parcial por 27 a 7) dejaron abierta la posibilidad para que los auriazules, a pesar de los innumerables problemas que vienen soportando, mantengan (faltando una fecha) las posibilidades de clasificar entre los cuatro primeros del Hexagonal Sur, para una vez en los play off pelear por el único ascenso al TNA. Antes de emprender el regreso a esta ciudad, Ovación dialogó con Cristián Grimaldi y Pablo Albanese, ambos factores fundamentales en la levantada de los canallas en la parte final. El primero por sus conversiones externas y el segundo, por su muy buen trabajo en el poste bajo hasta que debió retirarse lesionado. Y fue Grimaldi el que comenzó diciendo: "Fue un juego muy difícil. A nosotros, y no termino de entender los motivos, nos cuesta mucho jugar de visitantes. Por suerte hoy (por el viernes) antes de empezar el cuarto final nos dimos cuenta que que si no cambiábamos de actitud y perdíamos se nos terminaba la Liga". Albanese, recuperado del golpe que lo obligó a abandonar el rectángulo de juego cuando faltaban poco más de tres minutos escuchaba atentamente a su compañero y agregó: "A esta altura del torneo lo único que cabe es ganar y no interesa mucho el nivel de juego. Mejoramos en defensa y en el cuarto de cierre, el equipo fue otro. Salimos a llevarnos por delante a nuestro rival, algo que no habíamos hecho en otros partidos y por suerte pudimos ganar y y mantenemos posibilidades". "No estamos jugando para nada bien", señaló Grimaldi, quien continuó diciendo: "Por distintos motivos venimos muy bajoneados. Personalmente tuve partidos buenos y otros no tanto. Sin ir más lejos en el juego anterior con Atlético San Miguel tiré y erré mucho. Esta noche (por el viernes), por suerte en los últimos diez minutos estuve acertado y mis conversiones de tres puntos fueron importantes para lograr el triunfo. El rival que nos queda, la Fusión (UBA-Banco Provincia), es muy distinto a Hacoaj. El viernes en el Cruce nos vamos a tener que jugar la vida, y creo que nos vamos a clasificar". Finalmente, ya con el ómnibus en marcha para volver, Albanese acotó: "No quiero dejar pasar por alto mi reconocimiento al cuerpo médico de Hacoaj, que cuando me lesioné se puso a mi entera disposición. Por suerte, no fue nada más que una esguince y con un par de días de reposo todo estará bien. Pero lo cierto es que con este triunfo, algo que nos estaba faltando, demostramos que poniendo huevos, no somos menos que nadie y por eso la ilusión de clasificar se mantiene vigente".
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