Ibarlucea. - Un grupo de vecinos de esta localidad ratificó sus denuncias sobre serias irregularidades en el proceso licitatorio para la construcción de un horno crematorio de cadáveres en el cementerio Jardín de Ibarlucea. Sostienen que la única empresa que se presentó como oferente se constituyó como tal cinco meses después de haber sido adjudicataria, que los socios están inhibidos comercialmente y que no se hizo un estudio de impacto ambiental previo al comienzo de las obras.
"Tenemos copias de actas de las reuniones de comisión comunal en las que figuran cosas que no están muy claras. Por ejemplo hay una nota fechada en marzo de 2000, de la empresa Cepriv SA, y firmada por Héctor Ferragutti, en la que se ofrecía la construcción de un horno crematorio en el cementerio Jardín de Ibarlucea y todas las ventajas y ganancias que podría redituar esta actividad", explicó la abogada Graciela Bilotta, asesora de las vecinales y vecina de esta localidad.
"Durante el mes de abril -agregó la profesional-, Ferragutti asistió a varias reuniones de la comisión donde insistía con las ventajas del horno, aunque la empresa Cepriv ya no figuró más en ningún lado. En el mes de mayo se comienza con el proceso licitatorio a la que curiosamente se presenta una sola empresa: Crematorio Privado Ibarlucea SRL, constituida por Ferragutti, Angel Duré, y una tercera persona de apellido Cereda con domicilio en Las Parejas."
Sin solvencia
Asimismo Bilotta agregó que "el 14 de junio cuando se abrió el sobre de la empresa oferente, ese día y hasta cinco meses después, esa empresa no existía porque se constituyó por contrato social recién a mediados de octubre del año pasado. Además en el pliego de la licitación había una serie de requisitos donde se solicitaba determinada documentación que hasta el día de hoy la empresa no entregó, cosa que legalmente no se subsanaría presentándola hoy ya que tendría que haber sido antes de abrir los sobres".
Entre la documentación que debía presentar la empresa adjudicataria está la solvencia de la firma y de los socios, "que son personas de capacidad económica prácticamente nula", sostuvo la abogada para agregar que "el señor Duré está inhabilitado por el Banco Central hasta septiembre de 2004 por emitir cheques sin fondos; y el señor Ferragutti tiene una deuda con una tarjeta de crédito de 1.400 pesos calificada como "irrecuperable" lo que en la jerga se conoce como situación cinco", disparó.
Por su parte, Carlos Nardín, presidente de la vecinal Santa Rita, sostuvo que "los daños que puede causar el horno son a futuro y podrían ser irreversibles. Quién nos garantiza la salud de nuestros hijos. Qué intereses escondidos hay detrás de la instalación del horno. Por qué el marcado empecinamiento del presidente comunal en llevar adelante esta obra", se preguntó.
"¿Y los beneficios?"
"Además -agregó- queremos saber cuáles son los beneficios que vamos a tener los vecinos, aunque estamos seguros que ninguno. Nos oponemos a la instalación del horno así sea solamente para quemar cadaveres. No es una demanda de la población, ya que antes necesitamos calles en condiciones, obras de agua, cloacas, gas y muchas cosas más.
Asimismo Sonia Nocelli, vecina de Ibarlucea señaló que "suponiendo que el horno no contamine, a quién se le ocurriría comprar una casa de fin de semana al lado de un cementerio donde todos los días se queman cadáveres en el crematorio. A quién se le ocurriría comprar frutas y verduras cosechadas en una quinta aledaña a un crematorio", se preguntó, al momento que agregó que "muchos de nosotros fuimos a vivir a Ibarlucea por su aire puro y por ser un pueblo tranquilo", culminó.