Berlín. - El contencioso por la indemnización de los trabajadores forzados del Tercer Reich está más cerca de su resolución, después de que la industria alemana afirmara ayer que reunió los 5.000 millones de marcos (2.400 millones dólares) que se comprometió a aportar para recompensar a sus "trabajadores esclavos". La declaración pone fin a meses de pedidos a las compañías a que cumplan con su responsabilidad moral ante el pasado nazi de Alemania. Sin embargo, aún no queda claro cuándo los sobrevivientes, hoy ancianos -y que se calcula ascienden a un millón- recibirán los pagos. Las compañías continúan insistiendo en que se les de garantías legales y que se descarte toda demanda civil en EEUU -precisamente lo que provocó la creación del fondo- antes de efectuar pago alguno. Según comunicó el portavoz de la fundación que administra los fondos para los trabajadores forzados en tiempos del los nazis, Wolfgang Gibowski, "el dinero está completo". El anuncio se produce en vísperas de una reunión de emergencia convocada por el canciller alemán, Gerhard Schroeder, en la que el jefe de gobierno tenía previsto presionar a los industriales para que cumplan su promesa del pasado año. Schroeder dijo que el eventual daño que podía haber sufrido la imagen de la industria alemana en el extranjero "jugó sin duda alguna un papel importante en la decisión de la industria". Según Gibowski, las 17 empresas que crearon la Fundación Memoria, Responsabilidad y Futuro -entre ellas grupos como DaimlerChrysler, Siemens, Allianz, Deutsche Bank, Dresdner y VW- accedieron a aumentar su aporte, que correspondía a la milésima parte de su facturación. Las restantes 6.000 firmas que han ingresado dinero en el fondo fueron "invitadas" a incrementar sus pagos. Gibowski declaró que las empresas fundadoras firmaron un aval para el caso de que las restantes firmas no incrementen su participación. La industria había reunido hasta ahora sólo 1.800 millones de dólares. La industria y el Estado alemán se habían comprometido el pasado año a indemnizar a los esclavos de los nazis con 10.000 millones de marcos (4.800 millones de dólares), pero hasta ahora sólo el Estado alemán había aportado sus 5.000 millones de marcos. Los recelos de la industria alemana -o más concretamente, de las pequeñas y medianas empresas- ha retrasado considerablemente el inicio del pago de las recompensas, que sigue sin fecha concreta. Las empresas accedieron a recompensar a los "esclavos" del Tercer Reich a cambio de la garantía de no ser objeto de nuevas demandas ante tribunales estadounidenses. Sin embargo, la pasada semana, la Justicia estadounidense decidió rechazar la recusación de demandas colectivas de víctimas del nazismo contra bancos alemanes, precisamente porque la industria no había reunido el dinero prometido. Fuentes oficiales alemanas han hablado de hasta 1,5 millones de posibles interesados.
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