La pérdida de mercados externos para el sector frigorífico de la Argentina se acumula hora a hora. Mientras el gobierno nacional admitió finalmente ayer -aunque con extremada cautela- que en el país se detectó un foco de aftosa, la Unión Europea prohibió hasta el 15 de abril la importación de carne procedente del país por temor a que esté infectada por el mal. También el gobierno chileno anunció una suspensión temporal a la compra de carne argentina. La decisión de la Unión Europea, uno de los mayores compradores de productos cárnicos argentinos, obedece a que para el Comité Veterinario de la UE el país no presenta "información clara y atendible" sobre la situación sanitaria de sus regiones "lo que hace imposible hacer una evaluación sanitaria". Así, mientras en el mercado común el tema se discute directamente, en Argentina, recién ayer el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó la existencia de un foco de fiebre aftosa en el partido bonaerense de Rivadavia, próximo a la provincia de La Pampa, un mes después de que aparecieron las primeras denuncias de productores de esa zona y cuando se multiplicaron por todo el país las denuncias de productores sobre la presencia del mal. Después de haber recibido numerosas críticas y reclamos por parte de las entidades vinculadas al negocio ganadero, el Senasa dijo en un escueto comunicado que "posee la sospecha de la existencia de varios focos" en zonas que no determina, debido a que "se ha observado sintomatología clínica de la enfermedad en bovinos". Ante la confirmación del foco en Rivadavia, el Senasa informó que "ha tomado las medidas preventivas que establece la OIE (Organización Internacional de Epizootias) y continuará garantizando la calidad de los productos que actualmente certifica". "En consecuencia, se restringirá la certificación a los destinos para los cuales esta situación epidemiológica sea un limitante", en referencia a las exportaciones a Estados Unidos, Canadá y Chile. Mientras tanto, nada se informó sobre la decisión de intervenir el organismo. Hace exactamente un mes, productores de González Moreno, partido de Rivadavia, denunciaron que se estaba vacunando contra la Aftosa en su distrito, en Villegas y en Trenque Lauquen, según reflejaron medios periodísticos locales. Unas semanas después de ese episodio, el gobierno de Brasil anunció la restricción del ingreso de carnes argentinas a su país para evitar contagios. Posteriormente, el ex-secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Antonio Berhongaray, anunciaba que la Argentina iniciaba una campaña de vacunación preventiva. Sin embargo, Berhongaray se fue de su cargo sin haber admitido la detección de aftosa en el país. El problema de la aftosa fue motivo de una reunión de representantes sanitarios del Mercosur. El Consejo, integrado por los titulares de los servicios sanitarios de los países miembros, tuvo un primer encuentro ayer en un clima de mucha tensión. Las "diferencias" entre los países se originaron el año pasado cuando las autoridades de Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay se culparon mutuamente por el retorno del virus, que repercutió fuertemente en forma negativa en el comercio de carne destinada a extrazona.
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