A Salvador Cubito, el cuarto jubilado italiano asesinado en el departamento Rosario durante el año pasado, lo mataron para robarle. Una mujer se introdujo en su casa mediante un engaño, lo amordazó y le asestó una puñalada en el pecho para llevarse los ahorros del hombre. A esa conclusión llegó el juez que investigó el hecho: lo asesinaron para ocultar otro delito. Por eso procesó a la imputada por homicidio agravado, un delito que se castiga con prisión perpetua. Alrededor de las 13.30 del 30 de noviembre, el cuerpo sin vida de Salvador Cubito, de 78 años, fue hallado en su casa de Amenábar 3549, en barrio San Francisquito, por su hijo y una empleada doméstica. Lo hallaron amordazado, atado de pies y manos y con una profunda herida en el pecho. En el departamento había un gran desorden y faltaba una caja con los ahorros de Cubito. Contenía unos 2 mil pesos, producto de los alquileres de algunas viviendas que el hombre había construido en el barrio. Ese era el dinero que el autor del crimen fue a buscar. Y lo mató para conseguirlo y a la vez encubrir el robo. Por esa secuencia delictiva, el juez de Instrucción Nº 14, Adolfo Prunotto Laborde, procesó a la imputada, Fanny del Rosario Lidia Rossell, por homicidio agravado criminis causa. Esta figura se aplica a quien mata para asegurarse impunidad al consumar otro delito, y por eso tiene una pena más dura que un homicidio simple: se condena con prisión perpetua. El alquiler de viviendas y una pensión graciable del gobierno de Italia eran los únicos ingresos del jubilado. La primera actividad habría sido la excusa de la homicida para ingresar a la vivienda. Aparentemente, se mostró interesada en alquilar una casa, y así se ganó la confianza del hombre. El día del crimen, a las dos de la tarde, un vecino los vio conversando en la vereda. Antes de eso, la mujer había preguntado la dirección de Cubito en el negocio que de hija del jubilado. Le dijo que necesitaba alquilar una casa. Sin embargo, a la comerciante le llamó la atención algo que le comentaron los vecinos: esa mujer que preguntaba por su padre se había mudado del barrio hacía 15 días. Según la resolución, que aún no está firme, la mujer amordazó y ató al jubilado para dejarlo indefenso y apuñalarlo sin que ofreciera resistencia. Esto le provocó la muerte por hemorragia masiva de tórax y dejó el terreno libre para apropiarse de las pertenencias del hombre: el dinero, un teléfono y una videocasetera. Esas pertenencias fueron halladas por la policía en el domicilio de la imputada, donde también secuestraron un cuchillo con restos de sangre.
| Momentos en que retiraban el cuerpo en noviembre pasado. | | Ampliar Foto | | |
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