| | La policía evitó la venta de una beba recién nacida en Santiago del Estero
| La policía de Santiago del Estero logró evitar la venta de una beba recién nacida que su joven madre había decidido entregar por 50 pesos inducida por una enfermera y la mala situación económica por la que atraviesa. En el caso se encuentran involucradas una enfermera de la localidad de Fernández y una intermediaria que tenía previsto trasladar y vender a la niña recién nacida en la Capital Federal. En el momento en que se iba a concretar la entrega de la beba, una patrulla policial procedió a la detención de la madre y los intermediarios, mientras la pequeña fue alojada en el Hogar de Niños por disposición de la jueza de Menores de Santiago del Estero, María Castro de Pizzolito. El 28 de febrero pasado, Rosana del Valle Chávez, joven de 21 años, que no sabe leer ni escribir, dio a luz una beba que al nacer pesó 3,200 kilogramos. Dada la situación de la joven madre, una enfermera inició una maniobra para que entregara a la recién nacida a "mejores padres" con el compromiso de pagarle 50 pesos y ayudarla con la entrega de ropas y alimentos. "Al día siguiente, otra mujer llevaría a mi hija a una familia de Buenos Aires", declaró la arrepentida mamá en dependencias policiales de la población distante a 60 kilómetros al sur de la capital provincial. En los últimos años, la venta de recién nacidos en Santiago del Estero se ha hecho frecuente, incluso fueron detectadas conexiones con países limítrofes, en investigaciones que suelen quedar interrumpidas en su instrucción judicial. Entre los casos más resonantes, Roxana Urquiza, sordomuda de 23 años, logró recuperar a su bebé que le fue arrebatado mediante engaños por una enfermera que le entregó 80 pesos y posteriormente lo vendió a un comerciante dedicado a la venta de automotores. El 9 de agosto de 1994, se supo que una chica de 16 años entregó a su hijo a cambio de 100 pesos y ropas usadas a un matrimonio de Laferrere, provincia de Buenos Aires. En marzo de 1995, Julia Ordóñez, una septuagenaria de Atamisqui, reveló que vendió a su nieto por cinco kilos de harina, dos bolsas de azúcar, tres paquetes de fideos y otros comestibles "porque no teníamos ni ropita para abrigarlo", admitió. En diciembre del año pasado, una arrepentida madre de 17 años, oriunda de la localidad de San Pedro de Guasayán, a 200 kilómetros al oeste de la capital provincial, denunció que vendió a su hijo por 100 pesos y un jean usado.
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