De las negociaciones entre el Smata y la automotriz General Motors para la reincorporación de los 22 operarios cesanteados salió ayer una propuesta de la compañía, que será analizada hoy por los trabajadores. Esta iniciativa daría marcha atrás a la situación preconflicto, dejando de lado los despidos, pero con el compromiso de que los afectados se acojan a un "retiro voluntario", lo cual implicaría un plus de indemnización del 60% sobre lo que establece la legislación laboral. La reunión de ayer por la tarde en la Secretaría de Trabajo entre las partes en conflicto se realizó después de que en horas del mediodía los empleados despedidos levantaran los piquetes que habían colocado desde la madrugada frente a los accesos a la fábrica, impidiendo el ingreso del personal. La compañía admite la reincorporación de los trabajadores pero al solo efecto de que los empleados despedidos puedan acogerse a los retiros voluntarios, que significan un plus del 60% sobre la paga del despido. El secretario de Smata, Marcelo Barros, dijo que el gremio no está de acuerdo con la propuesta, pero anticipó que será puesta a consideración de los obreros despedidos y de una asamblea a realizarse hoy a primera hora en las puertas de la planta, y luego darán una respuesta. El gremio pretende además la firma de un acuerdo con la compañía en que se establezca que no habrá más despidos hasta el 31 de diciembre de 2001. Una de las variantes para evitar nuevas cesantías sería el uso del banco de horas que figura en el convenio de empresa. Los representantes de la compañía sentados ayer por la tarde a la mesa de negociaciones prefirieron aguardar hasta hoy para pronunciarse, una vez que las partes se vuelvan a reunir en la Secretaría de Trabajo. Previo al encuentro, los obreros despedidos levantaron piquetes en los accesos a la fábrica, "como medida de presión para que la empresa se siente a dialogar de nuevo", señaló uno de los ex operarios. Los piquetes comenzaron a instalarse a las seis de la mañana de ayer frente a las puertas de ingreso, las cuales recién fueron liberadas poco después de las 11. Hasta ese momento ningún operario había podido ingresar a la fábrica. El director de la empresa, Alberto García Carmona, señaló después del levantamiento de los piquetes que la jornada de trabajo de "hoy (por ayer) ya no será normal". El directivo desmintió que la empresa esté estudiando reducir la planta laboral en otros 250 trabajadores, como lo había denunciado la comisión de despedidos. Sin embargo, advirtió que "ahora todo depende del mercado, si el mercado de venta de automotores cae un 80%, todo puede ocurrir, pero ahora nadie tiene planes de más reducción de personal".
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