El nuevo ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, aseguró ayer que no existe malestar en las fuerzas armadas por la reciente derogación de las leyes de obediencia debida y punto final que resolvió la semana pasada el juez Gabriel Cavallo, y remarcó que el sector "está subordinado al poder político y a la marcha de las instituciones". "Lo que haría falta en la Argentina es que definitivamente quede resuelta toda la gama de responsabilidades", enfatizó al referirse a la represión ilegal durante la última dictadura militar. El ministro formuló declaraciones en la sede de la cartera a su cargo durante la ceremonia de inauguración del año militar. "No, no me han manifestado ningún malestar", aseguró entonces Jaunarena, al ser consultado sobre la posición de los militares frente a la derogación dispuesta por Cavallo. De todas maneras, aclaró que "no quiero opinar (sobre la cuestión), pues podría interpretarse como una suerte de presión sobre los jueces que tienen que resolver". Durante el discurso por la inauguración del año militar, Jaunarena expresó que "la defensa nacional, como política de Estado, es una responsabilidad de la cual deben participar todos los argentinos", pero reconoció que "la realidad presupuestaria dificulta sobremanera materializar estas ideas". "Pese a la situación adversa, las fuerzas armadas han iniciado el camino de la transformación con decisión y fortaleza, constituyendo uno de los modelos a seguir dentro del Estado nacional", agregó. Después reconoció "los serios inconvenientes que viven los hogares militares a raíz de las postergaciones económicas de tantos años", y se comprometió a es forzarse "para mitigarlos". Jaunarena no dudó en asegurar que la tarea realizada por los militares "tiene el reconocimiento del gobierno y las fuerzas armadas gozan de un merecido prestigio en la sociedad". Explicó que ello "es fruto de la completa y definitiva integración al sistema democrático que han hecho evidente tras muchos años de práctica republicana, que permite mostrarle al mundo un Estado moderno y maduro en la relación cívico-militar". Al referirse al golpe militar del 24 de marzo de 1976, aseguró que dio como resultado "el fracaso, desprestigio y desunión". "Los golpes de estado fueron -agregó-, en la inmensa mayoría de los casos, golpes cívico-militares y se produjeron porque hubo sectores de la sociedad que los alentaron, conducciones militares que los perpetraron, violando su deber de defender la Constitución". "Todos aprendimos. Hoy no existe un solo sector de la sociedad que piense en violentar las instituciones, un solo hombre de estas fuerzas armadas que no esté dispuesto a defenderlas, ni una sociedad a la que resulte indiferente la suerte de sus libertades. Tampoco la comunidad internacional es indiferente a los atentados contra la democracia", aseguró el ministro. Finalmente, sobre los recursos destinados al área de Defensa, opinó que "deberán ser considerados como una inversión, cuya rentabilidad deberá ser medida en el ambiente de paz y seguridad que ella genere, y cuyas derivadas serán la estabilidad institucional, la prosperidad y el crecimiento".
| Jaunarena y su discurso al inaugurar el año militar. | | Ampliar Foto | | |
|
|