| | Editorial Capacitación de desocupados
| En aproximadamente 15 o 20 días se conocerán los dictámenes correspondientes a la evaluación de los distintos proyectos presentados hasta el 1º de este mes por municipios, comunas y entidades privadas con el fin de acceder al plan Capacitar. Se trata de un programa que, organizado por la Secretaría de Empleo de la Nación, contempla para la provincia de Santa Fe el otorgamiento de 1.980 beneficios, sobre un total de 26.840 previstos para el país. Con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el programa está destinado a otorgar instrucción a jóvenes desocupados, de entre 16 y 35 años, pertenecientes a familias de bajos recursos y que no concluyeron sus estudios primarios o secundarios. Su objetivo es lograr que quienes reúnen tales condiciones retornen al sistema de educación y a la vez puedan hacer una pasantía en una empresa. Los cursos, que en principio en Rosario, y según la propuesta elevada por el Servicio Municipal de Empleo, estarán destinados a la formación en gastronomía y ventas, tendrán un carácter integral y una duración de cinco meses. Durante los tres primeros el beneficiario recibirá instrucción formal. En los dos siguientes cumplirá una pasantía laboral en alguna empresa del ramo. En el tiempo que se extienda la actividad, el joven recibirá una retribución mensual de 120 pesos. Si bien los datos esbozados no permiten vislumbrar que la sociedad se encuentre frente a la panacea que habrá de solucionarle el grave problema del desempleo, haciendo realidad aquella máxima que dice que la "economía es la administración de la escasez", no cabe sino destacar como positiva la idea puesta en marcha con el plan Capacitar. Esto sea entendido porque con el recurso de la instrucción formal y la capacitación y práctica en nuevos rubros laborales le será posible a quien lo necesita afrontar con mayor posibilidad de éxito las demandas, siempre novedosas, que impone el difícil mundo del trabajo. Además, el programa tiene un objetivo paralelo que, incluso, va más allá del mero -y obviamente siempre importante- aporte al logro de un una ocupación. Es que colateralmente pretende que el joven desertor de la educación formal se reinserte en el sistema. Circunstancia que, a su vez, le abrirá todavía más la posibilidad de un futuro distinto. Una vez evaluados y aprobados los distintos proyectos se procederá a la distribución de los beneficios que, lamentablemente, para la provincia no superarán los dos mil. Es de esperar que esa distribución, que con una línea divisoria a la altura de la localidad de Barrancas tendrá un norte y un sur, se realice de manera equitativa, según las necesidades reales.
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