Firmat. - Una dura polémica en torno a la salud pública quedó planteada en esta ciudad después de que el delegado por el Sindicato de Luz y Fuerza ante el Samco, Amílcar Amaya, desestimara afirmaciones del intendente Carlos Torres sobre el lugar que la misma ocupa para el gobierno municipal. La cuestión destapó problemas internos que forman parte de las tensiones que existen entre el sector público y el privado a la hora de dar respuestas a la atención de la salud.
"Me sorprende que el intendente diga que la atención de la salud pública es una prioridad absoluta de su gobierno. Quienes estamos todos los días en el hospital y quienes deben peregrinar para atender sus dolencias no lo perciben así", arrancó Amaya, quien hace 15 años integra la comisión del Samco.
Para fundamentar sus apreciaciones el lucifuercista dijo que "el hospital sólo recibe de la Municipalidad los fondos correspondientes a la cuota de salud, un item que integra la tasa general de inmuebles, por lo que se trata de un aporte que realizan los mismos vecinos de Firmat y que el municipio, en su calidad de recaudador, debe girar íntegramente a la institución sanitaria".
"Decir que los fondos que envía al Samco registraron aumentos del 120 y del 70 por ciento es desvirtuar la realidad detrás de un fin político", disparó Amaya quien además dijo que ese aporte sólo representa un cinco por ciento del total invertido por el hospital, por lo que "es obvio que a pesar del error conceptual del intendente, se necesitaría un aporte extra desde el presupuesto municipal para que se pueda afirmar que la salud es una prioridad para su administración".
Según Amaya, desde el Samco se solicitó reiteradamente la liquidación mensual de lo recaudado por la tasa general de inmuebles, tanto del actual ejercicio como de los anteriores, el coeficiente que se aplica para determinar qué porcentaje de dicha recaudación corresponde al Samco, y las cifras que así resulten.
"Pero a pesar de la insistencia no hemos obtenido ninguna respuesta; un gobierno que pregona la transparencia de sus actos no debería rehusarse a brindarnos la información solicitada", enfatizó Amaya, y acotó que "de lo expuesto no se desprende una manifiesta voluntad de ayudar a la salud pública pero sí dispara una serie de interrogantes".
Amaya, que fue concejal por el PJ durante varios períodos, también planteó conocer los motivos por los que se desmanteló el Grupo de Emergencia Voluntario, que colaboraba en forma permanente con esa institución y con la comunidad en general, y por qué la ambulancia que utilizaba dicho grupo, que pertenecía al Samco, fue asignada a los Bomberos Voluntarios, en momentos en que es imprescindible para el hospital.
"Por qué suman a la campaña de impedir el hecho de que que los afiliados a obras sociales y Pami, concurran por propia voluntad al Samco", inquirió Amaya, y agregó que los temas así planteados deberían debatirse de cara a la comunidad.
Según Amaya, otro dato de que la salud pública no es una prioridad absoluta para el gobierno municipal se refleja en el descenso del presupuesto destinado a la ayuda social, "cuando la realidad social de nuestra ciudad aconsejaba poner mayor énfasis". Señaló que el Samco invierte "no menos de cinco mil pesos mensuales en medicamentos además de los que provee la provincia, esto quiere decir que nos estamos haciendo cargo de la mayor parte de las necesidades de salud", precisó.
"Hablan de irregularidades en el Samco. Quiero que expliquen cuáles son, porque se cuestionan procederes que se aplicaron en otras situaciones y por los cuales en su momento nadie levantó la voz cuando se beneficiaban", explicó respecto a las acusaciones que recibió el accionar del hospital.
Mayor demanda
"En la actualidad y por la grave crisis laboral, el hospital multiplicó varias veces la cantidad de consultas. Hoy cuenta con un equipo con tecnología superior a la de centros privados", comentó. Al hospital de Firmat también concurren pacientes de Chabás, Villada, Cañada del Ucle, Los Quirquinchos, Carreras, Melincué, Elortondo, Chovet y Miguel Torres.
"Entre las demandas de la gente hacia la institución sanitaria figura el hecho de que los profesionales no siempre respetan las horas de atención que tienen estipuladas, después de largas esperas nos enteramos que no vienen o que tienen cupos limitados de turnos, suelen ser los reclamos con que la gente llega a los medios", remarcó.