Oscar Cortínez en la rama masculina y Mónica Servera en la femenina ganaron el domingo la carrera-homenaje al ex atleta Miguel Sánchez, secuestrado por la dictadura militar que gobernó en la Argentina entre 1976 y 1983. El homenaje a Sánchez, denominado La Carrera de Miguel, fue organizado por la Secretaría de Deportes de la Nación, en un homenaje que Italia, el segundo país del atleta, ya había realizado hace un par de años. En la prueba atlética, declarada de interés por la Subsecretaría de Derechos Humanos, participaron más de 2.000 corredores. Entre los que participaron de la competencia estuvieron el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra; el director de Deportes de la ciudad de Buenos Aires, Waldo Kantor; el presidente de la Comisión de Investigaciones y Seguridad en Espectáculos Deportivos de la provincia de Buenos Aires, Javier Castrilli, y Marcel Garraffo, subsecretario de Deportes de la Nación. Además compitieron el ex tenista Guillermo Vilas, tres de las jugadoras del seleccionado femenino de hockey ganadoras de la medalla de plata en los Olímpicos de Sydney como Paola Vukojici, Inés Arrondo y Jorgelina Rimoldi, el nadador cordobés José Meolans, varios de los integrantes de los seleccionado nacionales de boxeo, handboll y canotaje, la garrochista Alejandra García, y los ex futbolistas Claudio Morresi, Claudio Marangoni, Carlos Mac Allister, Sergio Marchi, Jorge Domínguez, Jorge Rinaldi y Carlos Barisio. En la clasificación final de la prueba de 9 kilómetros a Cortinez, que marcó un tiempo de 27 minutos y 2 segundos, lo siguieron Héctor Leonhard y Toribio Gutiérrez. En la de cinco kilómetros se impuso César Rose, integrante del cuerpo técnico del seleccionado de básquet femenino, prueba en la que finalizó tercero el boxeador amateur Alejandro Domínguez. Entre las chicas, Servera marcó un tiempo de 30 minutos y 25 segundos, mientras que el podio lo completaron Natalia Arruguete y Noemi Garay. Entre las tantas adhesiones que tuvo La Carrera de Miguel estuvieron las del presidente de la Nación, Fernando De la Rúa, y los deportistas Juan Pablo Sorín, quien envió su adhesión desde Brasil, donde juega en Cruzeiro; del basquetbolista Juan Pepe Sánchez, quien actúa en la NBA; del delantero de Gimnasia y Esgrima La Plata Facundo Sava; y de organismos no gubernamentales de derechos humanos. Miguel Sánchez fue secuestrado por la dictadura el 8 de enero de 1978 en Berazategui, al sur del conurbano bonaerense. Sánchez, quien jugó al fútbol hasta la cuarta división de Gimnasia y Esgrima La Plata, fue visto por última vez por compañeros suyos visiblemente deteriorado, en el centro de torturas El Vesubio. Su desaparición es una de las 30 mil denunciadas por organismos de derechos humanos en la Argentina. Según investigaciones periodísticas, Sánchez, que tenía 25 años, fue secuestrado por un comando militar por haber sido militante político en la Juventud Peronista (JP) y participar de reuniones para mejorar la calidad de vida de sus vecinos de Villa España, la localidad en la que vivía. Su historia motivó al periodista italiano de La Gazzetta dello Sport, Valerio Piccioni, a escribir un libro sobre su vida, como también quizás los mismos deseos de un mundo más solidario, pensar que el deporte es la mejor droga, quizás correr cada día mejor.
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