La Secretaría de Hacienda de la Municipalidad prorrogó hasta el próximo 23 la controvertida tasa de cobro por repavimentación -cuyo vencimiento operaba ayer- que de modo imprevisto el Ejecutivo envió a los frentistas de la zona céntrica de Rosario. El polémico tributo, estipulado en una ordenanza de la década del 60, provocó no sólo la indignación de los vecinos, sino también polémica en el Concejo Municipal, que se dispone a analizar esta semana la emisión y cobro de boletas. La postergación dispuesta por la Municipalidad incluye un tiempo de espera hasta pasado mañana, cuando los miembros del Palacio Vasallo aprueben o no una nueva modalidad de cobro u otras variantes. Lo que no detallaron las autoridades de Hacienda es qué medida se tomará con los contribuyentes que ya cumplieron con sus obligaciones en caso de que se resuelva, por ejemplo, realizar un descuento en los importes. La ordenanza Nº1838/65 autoriza al municipio el cobro del 70 por ciento de las obras viales no sólo a los frentistas, sino también a los vecinos aledaños, ya que entiende que la zona en su conjunto se beneficia con las refacciones. Las autoridades del municipio defendieron el cobro del impuesto a raíz de los trabajos que debieron hacerse en el sector comprendido entre avenida Pellegrini, Oroño y el río, cuando se repavimentaron calles para paliar los destrozos que dejó una intensa tormenta en abril del año pasado. El oficialismo, a instancias del concejal Raúl Lamberto, propuso un proyecto para hacer un descuento del 50 por ciento en aquellos casos en que las propiedades estén destinadas a entidades sin fines de lucro, al tiempo que también eximiría del pago a los vecinos aledaños cuyas viviendas no están asentadas sobre las calles arregladas. Por su parte, el pepesista Oscar Urruty ingresó una iniciativa para suspender por 60 días y discutir las modalidades de pago. Con la prórroga del Ejecutivo el Concejo tiene aire para debatir la cuestión. "Me parece injusto tener que pagar algo al municipio cuando no me consultaron y ni siquiera me avisaron que me iban a cobrar otro impuesto", dijo Pedro, de 43 años, vecino de la zona de 3 de Febrero e Italia. Si bien el importe que debe abonar no es muy abultado la sorpresa lo dejó peripatético. Las facturas varían desde los 15 a los 130 pesos, de acuerdo a la propiedad y a la proximidad de los arreglos en cuestión. Junto con la explicación que el Ejecutivo envió a los vecinos para fundamentar el cobro también ofrecía la posibilidad de abonarlo en cuotas. Por lo que se descuenta que más de uno ya comenzó a pagar. Si bien Lamberto descontó que ya existe la voluntad de sus pares para aprobar la iniciativa que propuso, no es de descartar que la discusión lleve más de una sesión en el recinto. Pero si no hay acuerdo entre los ediles sólo queda una semana para volver a debatir la cuestión, ya que la prórroga vence el 23 de marzo. La pregunta del millón que surgió de la emisión de la boleta es por qué el Municipio cobra las obras de repavimentación cuando cuenta con un fondo para este tipo de tareas. Más aún, en diciembre pasado el gobernador Carlos Reutemann entregó 750 mil pesos para la realización de los trabajos. Mientras tanto, entre los contribuyentes se preguntan quién pagó y quién zafó del sorpresivo cobro tributario en desmedro de los alicaídos bolsillos de los vecinos.
| Las lluvias del año pasado dieron paso a las obras. | | Ampliar Foto | | |
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