Buenos Aires.- El marido de la profesora de inglés Walda Sanden, quien apareció estrangulada el sábado 3 de marzo en un baldío de la localidad de Villa Fiorito con los tobillos y las muñecas atadas, fue detenido ayer a la tarde acusado del crimen de su mujer, informaron fuentes policiales.
Se trata del contador Sergio Pascual Pellegrino, de 36 años, quien fue apresado por orden del juez de Garantías de Lomas de Zamora, Eduardo Tubío, tras un nuevo allanamiento realizado en la casa que habita en la ciudad bonaerense de Lanús.
El hombre está acusado del delito de "homicidio agravado" y quedó alojado en la dependencia de la Delegación de Investigaciones de Lomas de Zamora, a la espera de ser indagado por el fiscal de la causa Walter Leguizamo.
La detención de Pellegrino se produjo pasadas las 19, tras un nuevo allanamiento realizado en la casa que habitaba la víctima con su marido, en la avenida San Martín 2472, de Lanús.
El viernes 2 de este mes la profesora y traductora de inglés salió de su casa para "asistir a una muestra de libros, porque era una persona que se nutría continuamente de actividades culturales y todo aquello que tuviera que ver con su profesión", afirmaron personas cercanas a la víctima.
El cadáver de Sanden fue encontrado en el mediodía del día siguiente entre los pastizales de un baldío cercano al Riachuelo, en la Rivera Sur y la calle Larrazábal, de la localidad de Villa Fiorito, partido de Lomas de Zamora, al sur del conurbano.
La mujer tenía las muñecas y los tobillos atados con un pañuelo, un cable enroscado en el cuello y estaba prácticamente desnuda, ya que sólo vestía una bombacha y una musculosa.
Sanden era hija del periodista Gerardo Irineo Sanden, ahora jubilado, quien se desempeñó varios años como segundo jefe de la Sección Carreras del porteño Diario La Nación.
De acuerdo a los resultados de la autopsia, Sanden murió como consecuencia de un doble mecanismo traumático, es decir, fractura de cráneo producida por varios golpes y estrangulamiento.
Sin embargo, y a pesar de que apareció semidesnuda, las pericias realizadas comprobaron que la mujer no fue violada.
Un crimen pasional
Desde un principio, los investigadores aseguraron que el crimen tenía características pasionales y sospecharon de su círculo íntimo.
"Walda estaba muy bien, llena de proyectos. Había hablado con ella el día anterior a su desaparición y tenía un humor excelente", detalló Gerardo Irineo Sanden, padre de la mujer, a las pocas horas del crimen.
A los pocos días, el fiscal Leguizamo ordenó realizar un allanamiento en la casa que habitaba la víctima con su marido Pellegrino.
Allí, un caserón de tres plantas, el fiscal detectó gran cantidad de manchas que presuntamente se podrían tratar de sangre, por lo que mandó a realizar pericias.
Además, secuestró el vehículo de Pellegrino, un Chevrolet corsa color bordó, patente CKB630, para intentar establecer si en ese automóvil pudo haber sido trasladada la mujer hasta el lugar donde luego apareció.
Finalmente, tras tomar una serie de declaraciones a familiares y amigos de la víctima, el fiscal Leguizamo pidió al juez Tubío que ordene la detención de Pellegrino.