Bogotá. - Agentes secretos de Estados Unidos se habrían internado en las selvas de Colombia para conseguir pruebas que permitan iniciar una ofensiva jurídica contra 20 jefes guerrilleros, dice el periódico El Tiempo.
Expresa que "en los últimos 18 meses los agentes federales se internaron por lo menos en tres ocasiones en los paraísos de la coca en el sur del país y convencieron a guerrilleros y traficantes de acompañarlos a EE.UU. para declarar contra una veintena de cabecillas de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)".
La idea de Washington sería recopilar evidencias que hagan posible aplicar el arma jurídica de la extradición contra los comandantes rebeldes por los delitos de narcotráfico y el asesinato de tres activistas estadounidenses en febrero de 1999.
Los agentes federales habrían mostrado pruebas a mandos medios rebeldes que los comprometían en narcotráfico y otros delitos. Ante estas evidencias los colombianos aceptaron ser testigos para Estados Unidos.
El Tiempo sostiene que "convencidos de las bondades del plan estadounidense, los guerrilleros y algunos narcotraficantes de la zona viajaron, uno a uno, a Washington en medio del mayor sigilo".
En Washington, los testigos habrían dado sus declaraciones y se habrían comprometido a seguir colaborando con las autoridades de este país. Por este motivo, volvieron a trabajar con los jefes guerrilleros y les ofrecieron "narcorrutas seguras", que serían continuamente vigiladas para utilizarlas dentro de la batería legal que se está montando.
Entre los cabecillas de las Farc que estarían bajo la lupa de Washington están: Jorge Briceño (Mono Jojoy), el jefe del ala militar de la guerrilla; Germán Briceño, el presunto responsable del asesinato de los activistas de Estados Unidos; Tomás Medina, el encargado de las rutas de tráfico de armas; y Henry Castellanos, organizador de secuestros, entre otros.
La investigación de El Tiempo, que abarca cuatro páginas, cita fuentes de inteligencia tanto de Colombia como Estados Unidos, que hablan a condición de mantener el anonimato.
Estados Unidos viene sosteniendo que las Farc, la principal guerrilla del país, se ha transformado en un poderoso cartel de drogas cuyas conexiones se extienden a México y Brasil, donde se han realizado millonarias transacciones de armas por cocaína.
"Son bien claros los nexos existentes entre la guerrilla de las Farc y el narcotráfico", dijo el jefe del comando sur de Estados Unidos, general Peter Pace, en una reciente visita al país.
Asimismo, las autoridades de ese país consideran el crimen de los tres activistas como el principal impedimento para realizar contactos con las Farc en el marco de las negociaciones de paz que encara el gobierno del presidente Andrés Pastrana.
Por este motivo, no hubo representantes de Washington en la cumbre internacional que se realizó el jueves entre los rebeldes y diplomáticos de más de 25 países.
El gobierno colombiano, que lleva más de dos años negociando con las Farc, no califica a la guerrilla como narcotraficante a pesar de las indicaciones de Estados Unidos, su socio en la guerra antidrogas.
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La Ciudad
