Con un ordenado planteo táctico y sacando provecho de las desinteligencias defensivas del rival, Estudiantes le ganó 2 a 1 Gimnasia y Esgrima en un encuentro plagado de emociones y se quedó merecidamente con el clásico platense. Durante la media hora inicial fue el equipo del Viejo Timoteo el que dispuso de la pelota merced a un buen trabajo de Albornoz y Messera en el medio, pero en los metros finales careció de precisión. Luego apareció la manija de Pompei para que Galletti y Farías tuvieran a maltraer a todo el fondo gimnasista, sobre todo después de cada pelota parada que cayó en el área tripera, que terminó cometiendo muchos errores. Estudiantes encontró el camino del gol y a partir de ahí fue mucho más práctico que su rival. Gimnasia no resignó sus chances pero no le alcanzó. A partir de los 32’, acaso como presagio de lo que vendría después, un centro de Pompei no alcanzó a ser conectado por el Tecla Farías de milagro. Y dos minutos más tarde llegó el primero pincha cuando un córner fue desviado de cabeza por Farías y Galletti, en la boca del arco, la empujó al gol desatando la alegría local. Estudiantes siguió mejor, aprovechando el desconcierto de Gimnasia, que se fue al descanso muy preocupado. En el reinicio, el equipo de Craviotto apareció más compacto y en cada contra estuvo machacando cerca de Hernando. Tres situaciones malogró Estudiantes, en dos ocasiones se lo perdió Galletti, luego el chileno Osorio reventó el travesaño y finalmente Hernando sacó de milagro un remate de Pompei. La emoción crecía minuto a minuto porque con errores atrás, Gimnasia fue a buscar el empate. A los 35’ Estudiantes pegó el segundo golpe, después de una contra mortal de Galletti, que se la dejó servida a Farías para estampar el segundo. Pero le duró muy poca la tranquilidad a los de Craviotto, un minuto más tarde Sánchez marcó un penal contra Enría y Pereyra, con su acostumbrada efectividad, puso a Gimnasia a tiro del empate, aunque su suerte ya estaba echada. Esta vez el clásico quedó para Estudiantes y media ciudad está feliz.
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